SMIC, el mayor productor de semiconductores en China, avanza en el desarrollo de circuitos integrados de 7 nm, e incluso posiblemente de 5 nm. La capacidad de esta empresa ha sido verificada en el SoC Kirin 9000S, el procesador del Mate 60 Pro de Huawei, analizado exhaustivamente por el laboratorio TechInsights, vinculado con Estados Unidos. Este fabricante, con un 5% de participación en el mercado mundial, es la pieza clave del gobierno de Xi Jinping para sustentar el desarrollo tecnológico chino en medio de las restricciones comerciales.
El impulso del gobierno chino a la industria de chips es evidente. A través de inversiones significativas, que alcanzan unos 41 mil millones de dólares, China respalda a sus fabricantes de semiconductores, siendo SMIC su mejor carta. Aunque otros productores chinos, como Hua Hong Semiconductor y SMES, también ocupan roles importantes, SMIC destaca como la punta de lanza para la autosuficiencia tecnológica del país.
Sin embargo, el codirector general de SMIC, Zhao Haijun, admitió que las sanciones de Estados Unidos afectan su capacidad para fabricar chips de vanguardia. Las restricciones limitan el acceso a equipos avanzados, como la litografía ultravioleta profunda de la empresa neerlandesa ASML, vitales para la producción de semiconductores de alto rendimiento. Haijun expresó que “no podemos producir productos competitivos debido a los límites de los nodos de fabricación”, aunque aún pueden elaborar chips básicos para aplicaciones de inteligencia artificial, como circuitos analógicos y de suministro de energía.
A pesar de estos desafíos, Haijun se mantiene optimista y anticipa un crecimiento continuo en la demanda de semiconductores impulsada por la IA. El ejecutivo estima que la industria de chips podría crecer hasta un 10% en 2025 si se mantiene el ritmo de demanda en este sector clave, lo cual coloca a SMIC en una posición estratégica para contribuir al desarrollo tecnológico y económico de China a largo plazo.
