El 2024 podría convertirse en un año histórico para los Diablos Rojos, quienes, tras conquistar la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), están cerca de conseguir otro título, esta vez en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP). A pesar de ser su primera temporada en la LNBP, el equipo capitalino ha sorprendido al llegar a las semifinales, mostrando una ambición clara de pelear por el campeonato.
La incursión de Diablos Rojos en el basquetbol no ha sido sencilla. Iniciaron desde cero, construyendo un róster sin experiencia previa y sin adquirir una franquicia existente. Sin embargo, en poco tiempo, lograron convertirse en subcampeones de la Copa Valúe, un torneo a mitad de temporada, y ahora se encuentran en una serie reñida contra Soles de Mexicali, empatados 2-2 en las Finales de Zona. El ganador de esta serie avanzará a la final de la LNBP, donde se enfrentará a Fuerza Regia o Halcones de Xalapa.
El proyecto del equipo ha sido respaldado por una fuerte inversión económica. Según Othón Díaz, presidente ejecutivo del equipo, la primera temporada en la LNBP implicó un gasto de 100 millones de pesos, cubriendo nóminas, mejoras en infraestructura y necesidades operativas. Para atraer talento, Diablos Rojos tuvo que ofrecer salarios competitivos, con sueldos que oscilan entre los 10,000 y 50,000 dólares mensuales. El equipo cuenta con una plantilla multicultural, incluyendo jugadores de Brasil, Venezuela, Argentina y Estados Unidos, destacando figuras como Joshua Ibarra, quien se posiciona en el top 5 de rebotes de la liga.
El futuro del equipo también depende de la estabilidad y el respaldo de la afición en la Ciudad de México, una plaza que ha visto a varios equipos de baloncesto aparecer y desaparecer. Para consolidarse, los Diablos Rojos han invertido 37 millones de pesos en mejoras del gimnasio Juan De la Barrera, su sede oficial, y esperan reducir costos operativos en la próxima temporada. La meta a largo plazo es afianzar la presencia del equipo en la capital, buscando convertir a Diablos Rojos en un referente estable del basquetbol mexicano.
El enfoque deportivo también ha sido clave en su debut en la LNBP. Bajo la dirección de Nicolás Casalánguida, entrenador con experiencia en finales de la liga, y con la estrategia de Nick Lagios, exgerente de Capitanes, los Diablos Rojos quieren demostrar que tienen lo necesario para competir al más alto nivel, tanto en el diamante como en la duela.