El dramaturgo mexicano Ángel Hernández realizó en Beit Jala, Cisjordania, un performance que retoma la poesía de autores palestinos como una expresión de resistencia ante la ocupación. Este acto forma parte de Dakhla, un proyecto artístico que investiga el papel de la tierra como origen y símbolo de retorno para los pueblos desplazados.
El evento, originalmente planeado para el 7 de octubre, se pospuso debido al riesgo de represalias por presentar un discurso alternativo al régimen militar israelí. Según Hernández, la acción artística busca dar voz a poetas que enfrentan el exilio, la censura o el encarcelamiento, explorando qué queda tras la desaparición de textos debido a la ocupación.
Durante su investigación, Hernández colaboró con poetas como Saed Abu-Hijleh y Sami Al-Kilani, quienes han plasmado sus experiencias de prisión en sus obras. Además, el proyecto dio lugar a la revista Al Fara, creada para preservar la memoria y difundir la poesía como herramienta de resistencia frente al genocidio en Gaza.
El dramaturgo destacó que la expresión artística en Palestina implica riesgos mortales debido a la represión. Sin embargo, resaltó que la creatividad se mantiene como un acto de fortaleza y esperanza. En palabras de Hernández, “la resistencia no es homogénea; tiene diversas formas, todas apuntando hacia la vida digna, la libertad y la justicia”.
Entre ataques y ensayos bajo circunstancias extremas, el proyecto refleja la dualidad entre tragedia y esperanza, mostrando cómo el arte sigue siendo un bastión en la lucha por los derechos del pueblo palestino.