La Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC) ha otorgado autorización a Starlink, división de SpaceX, para brindar conectividad satelital directa a teléfonos móviles en Estados Unidos mediante una colaboración con la operadora T-Mobile. Este avance posiciona a Starlink como pionero en este tipo de servicios en el mercado estadounidense, superando a competidores como Lynk, que aún no cuenta con socios comerciales en el país.
El proyecto, denominado Direct to Cell, busca proporcionar cobertura móvil incluso en zonas remotas donde tradicionalmente no hay acceso a redes celulares. Este servicio será posible gracias a los satélites Starlink V2, diseñados para ofrecer velocidades de conexión de entre 2 y 4 megabits por zona, suficientes para enviar mensajes de texto y realizar llamadas básicas, aunque insuficientes para ofrecer un ancho de banda competitivo en actividades más intensivas como transmisión de video.
Starlink anunció su asociación con T-Mobile en 2022 y esperaba lanzar el servicio en 2023. Sin embargo, fue hasta este año cuando se desplegaron los primeros satélites con capacidad para habilitar conectividad móvil. La primera etapa de implementación contempla permitir el envío de SMS en 2024, mientras que las llamadas de voz y el acceso a datos están proyectados para 2025.
Según la FCC, esta tecnología tiene el potencial de brindar beneficios significativos al interés público, como acceso al servicio 911 desde áreas remotas, avances en tecnología y un uso innovador del espectro. No obstante, la aprobación está sujeta a condiciones específicas, ya que SpaceX aún necesita autorización para aumentar la potencia de emisión de radio de sus satélites, lo cual es crucial para habilitar servicios más avanzados como llamadas de voz y transmisión de datos en tiempo real.
Este logro coloca a Starlink un paso adelante en la carrera por revolucionar la conectividad global, marcando el inicio de una nueva era en las telecomunicaciones.