En un acto cargado de simbolismo, la tumba de Hafez al Assad, padre del expresidente sirio Bashar al Assad, fue incendiada por combatientes rebeldes en Qardaha, ciudad natal de la familia al Assad. Imágenes difundidas desde la provincia de Latakia muestran el mausoleo en llamas, con partes del ataúd aparentemente arrastradas al exterior y prendidas fuego.
Hafez al Assad, considerado el arquitecto de la Siria moderna, gobernó el país con mano de hierro durante casi 30 años, desde 1970 hasta su muerte en el año 2000. Durante su mandato, consolidó su poder a través de un sistema político personalizado y represivo que dejó al Estado sirio debilitado y dependiente de su liderazgo.
El incendio de la tumba ocurre tras la reciente caída del régimen de Bashar al Assad, quien heredó el poder tras la muerte de su hermano Bassel en 1994. La escena simboliza el rechazo de los rebeldes y opositores hacia un legado político marcado por décadas de represión y control autoritario.
Qardaha, ubicada en Latakia, había sido durante mucho tiempo un bastión de apoyo para la familia al Assad. Sin embargo, el incendio de la tumba refleja cómo incluso los símbolos del antiguo régimen están siendo desmantelados en medio del cambio político en Siria.