En pleno Super Bowl, los New York Jets informaron a Aaron Rodgers sobre su intención de separarse del quarterback veterano durante la temporada baja. Tras ser canjeado de los Green Bay Packers, Rodgers tuvo un paso decepcionante en Nueva York, donde solo fue titular en 18 partidos en dos temporadas, debido a una lesión en el tendón de Aquiles que lo dejó fuera en gran parte de la campaña 2023. En 2024, los Jets terminaron con un récord negativo de 5-12, lo que resultó en despidos dentro del equipo, incluido el entrenador Robert Saleh.
A pesar de la inconsistencia de Rodgers, el capitán de los Jets, C.J. Mosley, defendió al quarterback, destacando su liderazgo en el vestuario y su valentía al regresar de una lesión grave a sus 41 años. «Hizo grandes cosas este año, logró su touchdown número 500 y fue un líder», comentó Mosley, reconociendo el esfuerzo de Rodgers a pesar de los resultados negativos.
El futuro de Rodgers en Nueva York está en vilo, ya que el equipo está atravesando una transición hacia una nueva era bajo la dirección del headcoach Aaron Glenn y el gerente general Darren Mougey. Si los Jets deciden cortar o canjear a Rodgers antes del 1 de junio, esto generaría un impacto económico de 49 millones de dólares. Si lo hacen después de esa fecha, se ahorrarán 9.5 millones en espacio salarial.
Aunque la situación es incierta, Mosley opina que Rodgers aún tiene uno o dos años de buen nivel en la NFL. «Lo hemos visto lanzar el balón, todavía tiene movilidad y puede jugar», expresó Mosley, dejando claro que, aunque el futuro de Rodgers está en sus manos, todavía tiene capacidad para continuar su carrera.La organización de los Jets deberá tomar decisiones cruciales en la temporada baja para romper su sequía de 14 años sin playoffs y determinar el futuro de su quarterback estrella.
