Afganos y otros migrantes piden ayuda en Panamá tras ser deportados desde Estados Unidos

Migrantes de países como Afganistán, China, Pakistán, India, Turquía, entre otros, llegan a Panamá tras ser deportados de Estados Unidos. Los migrantes, alojados en un hotel bajo custodia, piden ayuda mientras enfrentan una situación de incertidumbre en su tránsito por Centroamérica.

Centenares de migrantes, provenientes de países como Afganistán, China, Pakistán, India, Turquía y otros de Asia y Oriente Medio, llegaron a Panamá la semana pasada después de ser deportados desde Estados Unidos. Este grupo, que incluye personas de diversas nacionalidades como Irán, Pakistán, y Uzbekistán, fue transportado en tres vuelos sin previo aviso y alojado en el hotel Decápolis de Ciudad de Panamá bajo estricta custodia policial.

Los migrantes, quienes se encuentran en una situación de incertidumbre, han estado pidiendo ayuda, mostrando letreros que decían «Por favor, ayúdennos», desde las ventanas del hotel, mientras permanecen confinados sin acceso a la prensa. Organizaciones de derechos humanos han criticado esta detención, calificándola como una violación de sus derechos. Aunque el gobierno panameño lo niega, los migrantes se sienten atrapados, sin poder continuar su viaje ni regresar a sus países de origen.

Este grupo forma parte de un proceso de deportación masiva implementado por la administración de Donald Trump, que utiliza a países de Centroamérica como «puentes» para repatriar a migrantes de países cuyos gobiernos no aceptan vuelos de deportación o con los que Washington mantiene relaciones complicadas. Expertos en migración, como el investigador Carlos Sandoval, explican que esto es parte de un proceso denominado «externalización de fronteras», en el que Estados Unidos traslada el proceso de repatriación a terceros países, aliviando la carga logística interna de su sistema migratorio.

Además de los migrantes en Panamá, se reporta que otros 200 migrantes de países de Asia central llegarán a Costa Rica, mientras que Guatemala también ha recibido deportados de otras nacionalidades. La situación de estos migrantes se complica aún más con la falta de acuerdo entre países para repatriar a los migrantes, y con la aplicación de lo que Celia Medrano, consultora de derechos humanos, describe como la «tercerización» de los procesos administrativos de deportación, lo que pone en duda la legalidad de este sistema.

Este fenómeno de migración y deportación refleja la creciente crisis humanitaria en Centroamérica y la complicada dinámica internacional que enfrentan los migrantes en su intento de llegar a Estados Unidos.

Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en El Economista. Para leer la nota original, visita: El Economista.El contenido ha sido parafraseado con el propósito de informar. Todos los derechos del texto original pertenecen a El Economista y a su autor.

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