La natalidad en Chile ha caído drásticamente en 2024, alcanzando una tasa global de fecundidad (TGF) de 1.03 hijos por mujer, lo que ubica al país en una de las posiciones más bajas a nivel mundial. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), los nacimientos disminuyeron un 11.3% en comparación con 2023, lo que representa una reducción de más de 19,600 nacimientos en solo un año.
Esta caída se refleja en la continua disminución de la fecundidad en el país, que se encuentra muy por debajo del nivel de reemplazo generacional estimado en 2.1 hijos. En 2023, la TGF fue de 1.16 hijos por mujer, lo que ya indicaba una tendencia a la baja que no ha logrado frenarse.
De acuerdo con las proyecciones del Fondo Mundial de Población de la ONU, Chile se encuentra al lado de países como Singapur, China, Ucrania y Corea del Sur, que también registran tasas de fecundidad extremadamente bajas.
Los factores que explican esta caída incluyen el aumento en el costo de vida, las dificultades asociadas con la maternidad, y la limitada asistencia estatal para el cuidado de los hijos. Además, la edad promedio para ser madre ha aumentado significativamente, situándose entre los 30 y 34 años. La tasa de embarazo adolescente ha disminuido notablemente en las últimas dos décadas, cayendo un 80%.
En medio de este panorama, los nacimientos de madres extranjeras han tenido un impacto marginal al frenar la disminución de la fecundidad en el país. Entre 2017 y 2022, la proporción de nacimientos de madres extranjeras en Chile pasó del 6.9% al 18.9%, destacando especialmente a madres venezolanas, peruanas y haitianas.
A pesar de esta leve compensación, los datos confirman que Chile está enfrentando una tendencia demográfica preocupante que, según los expertos, podría tener implicaciones a largo plazo para la economía y el sistema de bienestar social del país.