Este mes comenzó en México un programa piloto impulsado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en coordinación con la Secretaría del Trabajo (STPS) y el Infonavit, para afiliar a personas que laboran mediante plataformas digitales como conductores y repartidores. La medida busca brindar acceso formal a servicios de salud, vivienda y ahorro para el retiro a un sector históricamente excluido de la seguridad social.
El programa es voluntario y se enfoca en trabajadores de empresas como Uber, DiDi, Rappi y similares. Se estima que hay más de 500,000 personas en este tipo de empleo, muchos sin contrato formal ni prestaciones. El piloto contempla esquemas flexibles de cotización que se ajusten a la intermitencia y autonomía propias de estas actividades.
Uno de los mayores retos es la falta de reconocimiento legal como trabajadores subordinados, lo que complica la obligación patronal de registrar a estos prestadores de servicio. Por ello, el diseño del programa parte de una figura de cotización independiente, pero con respaldo institucional y cooperación de las plataformas tecnológicas.
El Infonavit también participa mediante una modalidad especial que permitirá a estos trabajadores acumular puntos y eventualmente acceder a créditos de vivienda. Las autoridades han declarado que el resultado de esta fase piloto será evaluado a finales de 2025, con miras a proponer reformas que fortalezcan la inclusión social y laboral de este creciente segmento.
Este esfuerzo representa un paso importante hacia la formalización laboral en la economía digital, aunque aún quedan pendientes debates sobre derechos laborales, responsabilidad empresarial y sostenibilidad del modelo.