El gobierno mexicano ha lanzado una ofensiva diplomática en Washington para evitar un arancel del 20.91 % sobre el jitomate fresco —plazo que vence el 15 de julio— impuesto por Estados Unidos bajo acusaciones de dumping . El subsecretario de Economía, Luis Rosendo Gutiérrez, y el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, dialogan con autoridades y productores estadounidenses para prolongar el acuerdo vigente desde 1996, y renovado por última vez en 2019 .
En este proceso de suspensión, México establece precios de referencia para evitar la imposición de aranceles; sin embargo, Estados Unidos ha anunciado que la cuota entrará en vigor sin un nuevo pacto . México contraataca argumentando que sus productores no incurren en dumping y alertando que esta medida elevaría costos para los consumidores estadounidenses, ya que entre el 90 y 98 % de los jitomates consumidos en ese país son mexicanos .
Adicionalmente, México ha puesto sobre la mesa investigaciones antidumping contra productos estadounidenses como pollo y cerdo, fortaleciendo su posición negociadora . Esta estrategia busca no solo salvaguardar un mercado esencial para la economía nacional y el empleo en estados como Sinaloa y Sonora, sino también evitar perturbaciones en el comercio bilateral.
En los próximos días, México esperará una respuesta de la delegación estadounidense, con la expectativa de evitar el arancel antes del 15 de julio. De no resultar exitoso, el nuevo gravamen significaría un golpe a los exportadores y una amenaza para la competitividad del tomate mexicano.