La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) inició una investigación formal sobre las importaciones de drones y paneles solares, señalando posibles prácticas desleales que estarían perjudicando la industria nacional y amenazando la seguridad económica del país. Esta medida, impulsada por el Consejo de Seguridad Nacional y otras agencias, responde a denuncias sobre subsidios extranjeros, sobre todo provenientes de China, que distorsionan los precios y colocan a empresas estadounidenses en desventaja competitiva .
Los productos bajo revisión incluyen drones civiles y paneles solares fotovoltaicos, sectores estratégicos para la transición energética y la seguridad tecnológica. En particular, la administración Biden ha reiterado su intención de proteger cadenas de suministro críticas, frenar la dependencia de proveedores chinos y fomentar la producción local bajo la Ley de Reducción de la Inflación y otras políticas industriales.
Según analistas, esta investigación podría desembocar en la imposición de nuevos aranceles o restricciones, lo cual tensaría aún más las relaciones comerciales entre Washington y Pekín. Las autoridades estadounidenses argumentan que el exceso de oferta en productos solares y tecnológicos con precios subsidiados impide el desarrollo de un ecosistema nacional robusto.
Por su parte, sectores ambientalistas y empresas importadoras han manifestado preocupación por el posible encarecimiento de tecnologías limpias, lo que podría frenar metas climáticas clave. La Casa Blanca, no obstante, insiste en que es posible equilibrar la seguridad económica con la sostenibilidad energética si se fortalecen los incentivos a la producción doméstica.