El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, colocó la primera piedra del nuevo campus regional de la Universidad de la Salud del Estado de Puebla (USEP) en Izúcar de Matamoros, con una inversión de 48.8 millones de pesos. El proyecto beneficiará a jóvenes de 13 municipios de la Mixteca poblana, quienes podrán acceder a carreras en medicina, enfermería y obstetricia sin desplazarse de sus comunidades.
El campus contará con aulas didácticas, laboratorios, simuladores, unidad de docencia en estructura metálica, sanitarios, barda perimetral, cisterna, red eléctrica, hidráulica y sanitaria, así como equipamiento valorado en más de 20 mdp . Esta obra se enmarca en una estrategia de “seguridad educativa”, bajo la premisa de que la formación médica local contribuye al bienestar y la estabilidad social .
Desde una perspectiva crítica, la iniciativa es un avance positivo para frenar la migración educativa de la Mixteca y fortalecer la presencia de profesionales de la salud en zonas desatendidas. Sin embargo, quedan interrogantes sobre la sostenibilidad de la red de campus: ¿existirá presupuesto operativo a futuro? ¿se garantizará la contratación docente y estrategias para retener egresados en sus comunidades? Además, la alta demanda —solo el 5 % de aspirantes logra ingresar a medicina— implica que gran parte de jóvenes potenciales podría quedar fuera si no se amplía la infraestructura.
Para consolidar este esfuerzo, será fundamental asegurar procesos administrativos robustos, vínculos con hospitales regionales, y un plan integral que incorpore becas, soporte logístico y seguimiento de egresados.