Novak Djokovic anunció su baja del Masters 1000 de Cincinnati por segundo año consecutivo, confirmaron hoy los organizadores del torneo. El serbio no disputará ningún torneo en pista dura previo al US Open, lo que marca la primera vez en dos décadas que llega al último Grand Slam del año sin competir durante todo el verano en Norteamérica.
Djokovic, de 38 años y con 24 Grand Slams en su palmarés, no juega ninguno de los torneos previos (ni Cincinnati ni Canadá) tras haber perdido consecutivamente en semifinales del Roland Garros y Wimbledon ante Jannik Sinner, su principal rival esta temporada. La decisión, oficializada como “razón no médica”, sigue un patrón ya visto en años anteriores: evitar acumular desgaste antes del gran objetivo de la temporada.
Reducción de ritmo para conservar energía
Djokovic no compite desde su derrota en Wimbledon el 11 de julio. Esa eliminación estuvo marcada por una caída “incómoda” en su pierna izquierda durante el partido, lo que afectó su rendimiento físico en las últimas rondas. Además, mencionó que el formato de cinco sets se vuelve cada vez más exigente con la edad y que ya no puede mantener el ritmo hasta el final. Este movimiento se interpreta como una gestión consciente de su calendario para llegar con el «depósito lleno» al US Open.
Esta elección implica un riesgo notable: arriesgar la falta de ritmo competitivo en un torneo que requerirá máxima adaptación física y mental desde el primer partido. Aún así, Djokovic confía en su experiencia y en su historial como favorito en Flushing Meadows, donde buscará conquistar su 25º título de Grand Slam.