En julio de 2025, las matriculaciones de vehículos nuevos en Alemania alcanzaron 264 802 unidades, un incremento del 11.1 % respecto al mismo mes del año anterior, según datos oficiales del organismo KBA. Sin embargo, el análisis semestral revela una contracción de 2.5 %, lo que baraja una posible debilidad persistente del mercado en el medio plazo.
A nivel global, los fabricantes alemanes como BMW, Volkswagen y Mercedes‑Benz enfrentan tensiones importantes. En el primer semestre de 2025, BMW entregó alrededor de 1.21 millones de vehículos, manteniendo cifras similares al año previo, con ventas sostenidas en Europa y EE. UU., pero una caída superior al 15 % en China. Volkswagen reportó un aumento global del 1.3 %, gracias a su desempeño general, aunque en China mostró debilidad en vehículos eléctricos. Por su parte, Mercedes disminuyó ventas un 8 % globalmente, y los eléctricos cayeron 14 %, con un descenso aún mayor en China.
Los desafíos para la industria no son menores: la lentitud en la transición a vehículos eléctricos, excedentes de capacidad productiva en Europa y presión por nuevas normativas de emisiones —con multas multimillonarias en puerta— complican el panorama. Además, la posible imposición de aranceles por parte de EE. UU. a importaciones desde México y la UE agrega incertidumbre a las cadenas productivas en ese país.
En síntesis, aunque Alemania registró un repunte puntual en ventas domésticas, la industria automotriz alemana debe superar retos estructurales globales. Mantener el crecimiento requerirá acelerar la electrificación, revisar modelos de producción internacionales y reforzar su competitividad frente a rivales chinos y disrupciones regulatorias.