Con el reciente bicampeonato mundial en flag football, la Selección Mexicana femenil ha encendido la ilusión de conquistar una medalla histórica en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, donde la disciplina debutará como deporte oficial.
La recepción a las jugadoras en México fue multitudinaria: más de cien personas las esperaron en la madrugada con música, pancartas y flores. En medio del ambiente festivo, líderes del equipo como Tania Rincón y Diana Flores coincidieron en el mismo objetivo: “vamos por la de oro”.
El palmarés de la escuadra nacional respalda la ambición. Con dos títulos consecutivos de campeonas del mundo, México se ha convertido en una potencia internacional de este deporte, al punto de que varias de sus jugadoras ya son solicitadas en ligas y proyectos fuera del país.
Sin embargo, el reto olímpico promete ser distinto. “Todos los equipos elevarán su nivel, y nosotras también”, advirtió Flores, al tiempo que hizo un llamado a que la Conade y el cuerpo técnico mantengan el respaldo necesario para un proceso rumbo a 2028.
Más allá de los triunfos recientes, la participación olímpica representa una oportunidad de romper con más de una década sin medalla de oro para México en Juegos de verano. Con talento probado y una mentalidad ganadora, el equipo femenil de flag football no solo busca competir: aspira a marcar un antes y un después en la historia del deporte mexicano.