Miles de manifestantes se reunieron el sábado en la isla del Lido, sede del Festival Internacional de Cine de Venecia (Mostra), para exigir justicia y visibilizar la tragedia humanitaria en Gaza. Según los organizadores, alrededor de 5 000 personas participaron en la marcha, que comenzó en la plaza de Santa María Elisabetta y se extendió por la avenida principal hacia las inmediaciones del festival. Llevaban pancartas con consignas como «Stop al genocidio», «Palestina libre», y «No podrán ocultarlo», junto con banderas palestinas.
Convocada por el colectivo Venice 4 Palestine integrado por cineastas italianos y activistas culturales la movilización buscó aprovechar el brillo mediático del festival para intensificar la presión pública. Los manifestantes exigieron al director del certamen, Alberto Barbera, que la Mostra adoptara una postura clara y retirara invitaciones a figuras como Gal Gadot y Gerard Butler, señaladas por su apoyo a Israel.
En conferencia de prensa, Barbera respondió que el festival busca ser un espacio de diálogo, sin adoptar posiciones políticas explícitas, aunque admitió su pesar por la crisis que vive la población civil en Gaza y defendió la inclusión de películas como The Voice of Hind Rajab, que aborda directamente el conflicto.
Esta manifestación refleja una creciente convicción entre sectores del mundo cultural de que el arte y los eventos de alto perfil no pueden permanecer al margen de las crisis globales. Figuras del cine internacional, como Ken Loach o Marco Bellocchio, también firmaron la carta abierta que instó al festival a involucrarse políticamente.
Con este telón de fondo, la Mostra continúa su programación entre un ambiente cargado de celebridades y creciente activismo, poniendo en evidencia cómo el festival, una cita cinematográfica clave, se ha visto compelido a responder a la urgencia del debate global.
