Los Green Bay Packers enviaron un mensaje claro al resto de la NFL al imponerse 27-13 a los Detroit Lions, campeones defensores de la NFC Norte, en un debut que combinó eficacia ofensiva y solidez defensiva.
El mariscal de campo Jordan Love mostró control y precisión, completando 16 de 22 pases para 188 yardas y dos touchdowns, conectando con Tucker Kraft y Jayden Reed en la zona de anotación. En apoyo terrestre, Josh Jacobs selló la victoria con una anotación de tres yardas, alcanzando un récord de franquicia con touchdowns en nueve partidos consecutivos.
El esperado debut de Micah Parsons con los Packers no decepcionó: el linebacker logró una captura y fue ovacionado por la afición en Lambeau Field, donde Green Bay extendió a 13 su racha de victorias consecutivas en partidos inaugurales en casa, la más larga desde los Miami Dolphins (1976-1988).
Los Packers tomaron ventaja de 17-3 en el primer cuarto y nunca miraron atrás, neutralizando a una ofensiva de Detroit que en 2024 promedió más de 33 puntos por juego. Los Lions solo encontraron la zona de anotación en el último minuto, evidenciando la solidez de la defensiva verde y dorada.
La derrota refleja la transición complicada de Detroit tras la salida de figuras clave como el centro Frank Ragnow y ambos coordinadores, ofensivo y defensivo, que tomaron oportunidades como entrenadores en jefe. Jared Goff tuvo números correctos (31 de 39, 225 yardas, un TD y una intercepción), pero el ataque terrestre fue anulado con apenas 44 yardas combinadas.
Con este resultado, Green Bay no solo rompe con la imagen del 2024, cuando sufrió en su división, sino que se perfila como contendiente serio en la NFC Norte desde la semana inaugural.