El presidente estadounidense Donald Trump declinó la propuesta de diálogo enviada por el mandatario venezolano Nicolás Maduro, según confirmó la Casa Blanca. La negativa se da en medio de crecientes tensiones entre ambos países, que se han intensificado desde que Washington desplegó una flota de ocho buques de guerra en el Caribe bajo el argumento de combatir el narcotráfico, acusando además a Maduro de liderar un cártel de drogas.
En su respuesta oficial, la portavoz de la Casa Blanca, Caroline Leavitt, calificó la carta de Maduro —fechada el 6 de septiembre— como una repetición de falsedades y reafirmó que la administración Trump no modificará su postura. Según Leavitt, el gobierno estadounidense está decidido a usar “todos los medios necesarios” para frenar el tráfico ilícito de drogas vinculado al régimen venezolano.
Por su parte, Maduro defendió en su misiva que Venezuela está libre de producción de drogas y negó las acusaciones, calificándolas de “absolutamente falsas”. Además, alertó sobre una supuesta amenaza de cambio de régimen impulsada desde Estados Unidos. En paralelo, las fuerzas estadounidenses destruyeron varias embarcaciones supuestamente cargadas con drogas y desplegaron cazas en Puerto Rico para reforzar el control regional.
La oposición venezolana se mostró dividida: mientras figuras como Edmundo González Urrutia y María Corina Machado respaldaron el operativo militar estadounidense y denunciaron el régimen de Maduro, otros líderes opositores como Henrique Capriles rechazaron la intervención militar. En medio de este clima, la ONU presentó un informe que documenta un aumento en la represión y persecución política en Venezuela, evidenciando la difícil situación de derechos humanos en el país.