La Fiscalía de Brasil presentó cargos contra el diputado Eduardo Bolsonaro por el delito de coacción, al considerar que presionó a Estados Unidos para imponer sanciones que afectaran el desarrollo del juicio contra su padre, el expresidente Jair Bolsonaro. El exmandatario ultraderechista fue sentenciado a 27 años de prisión por su participación en un intento de golpe de Estado tras su derrota electoral frente a Luiz Inácio Lula da Silva en 2022.
De acuerdo con las autoridades, Eduardo Bolsonaro, quien reside actualmente en Estados Unidos, intentó intimidar al sistema judicial brasileño al advertir que buscaría represalias del gobierno estadounidense si el proceso legal no terminaba favorablemente para su padre. Las acciones fueron calificadas como una amenaza clara y directa contra instituciones democráticas, subordinando los intereses del país a intereses personales. También fue imputado por los mismos cargos el influencer Paulo Figueiredo, mientras que Jair Bolsonaro no fue incluido en esta etapa del proceso.
La acusación coincidió con un nuevo paquete de sanciones impuesto por Estados Unidos contra funcionarios y allegados al sistema judicial brasileño. Entre las medidas destaca el castigo a Viviane Barci, esposa del juez Alexandre de Moraes —quien presidió el juicio contra Bolsonaro—, y a una consultora de su propiedad. Ambas fueron sancionadas bajo la Ley Magnitsky, lo que implica el bloqueo de activos, la revocación de visas y la prohibición de realizar transacciones con ciudadanos o empresas estadounidenses.