En su regreso a la Asamblea General de la ONU, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizó un polémico discurso en el que cuestionó abiertamente los principios del multilateralismo y atacó a la organización internacional en su 80 aniversario. Mostrándose desafiante, Trump criticó el papel pacificador de las Naciones Unidas, calificó el cambio climático como “la mayor estafa del mundo” y responsabilizó a la migración ilegal por lo que describió como la “decadencia” de Europa.
Durante su intervención, el mandatario estadounidense ironizó con fallas técnicas que ocurrieron justo al llegar al recinto. Primero, una escalera mecánica se averió mientras subía al hemiciclo, y más tarde, el teleprónter falló en pleno discurso. Trump no desaprovechó la oportunidad para burlarse de la ONU: “Esto es todo lo que he logrado de la ONU”, comentó molesto. Más tarde, su vocera exigió una investigación sobre el supuesto sabotaje. La ONU respondió que se trató de un simple desperfecto.
Trump también se lanzó contra el reconocimiento internacional de Palestina como Estado, acusando a quienes lo promueven de recompensar a los responsables de los atentados del 7 de octubre de 2023 en Israel. Rechazó tajantemente esta iniciativa, señalando que Hamás no merece tal legitimación, aunque pidió el fin inmediato del conflicto en Gaza y la liberación de los rehenes.
Además de atacar el multilateralismo y la política climática global, Trump acusó a la ONU de contribuir a la crisis migratoria que, según él, está “destruyendo” a Europa. “Es hora de terminar con el experimento fallido de las fronteras abiertas”, sentenció. En un tono igualmente agresivo, se refirió a Venezuela, amenazando con acciones militares contra narcotraficantes y reiterando acusaciones contra el presidente Nicolás Maduro. En contraste, anunció una próxima reunión con el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, tras intercambiar saludos con él en los pasillos de la sede de la ONU.