Carlos Alcaraz vivió una jornada de tensión en su debut del Tokyo Open 2025 al imponerse 6-4, 6-2 sobre Sebastián Báez pese a un susto físico: en el primer set, al estirarse para retornar una pelota, sufrió lo que parece un esguince de tobillo izquierdo.
En el segundo juego, exigido por la extensión de un punto, Alcaraz comenzó a mostrar molestias, por lo que solicitó un tiempo médico para que evaluaran su articulación y le colocaran una férula protectora. Al regresar a la pista con una venda robusta, logró rehacerse y rompió el saque de Báez para imponer control del partido antes del descanso.
Después de una pausa por lluvia, el partido se reanudó y el murciano no dio opciones: dominó el segundo set sin perder su servicio y sentenció el partido en apenas hora y media. En conferencia, admitió que “en los primeros minutos pensé que no podría continuar”, aunque dijo sentirse aliviado de poder seguir jugando.
A pesar del susto, Alcaraz muestra optimismo: considera que el esguince no sería grave y confía en recuperarse antes de su siguiente partido, donde enfrentará al belga Zizou Bergs. Con esta victoria, su marca de temporada mejora aún más, y sigue firme en su búsqueda por mantener el número uno del mundo.