La reconocida etóloga británica Jane Goodall, considerada una figura clave en el estudio de los chimpancés y en la defensa del medio ambiente, murió a los 91 años por causas naturales, según confirmó el Instituto Jane Goodall. El deceso ocurrió en California, donde la científica realizaba una gira de conferencias.
Desde temprana edad, Goodall mostró una profunda conexión con el mundo animal. Su amor por los chimpancés comenzó con un peluche regalado por su padre y se fortaleció con la lectura de Tarzán. En 1957, viajó a Kenia y comenzó a trabajar con el paleontólogo Louis Leakey, quien la envió a observar chimpancés en Tanzania. Ahí descubrió comportamientos nunca antes registrados, como el uso de herramientas y la expresión de emociones.
A pesar de no contar con estudios universitarios formales al inicio de su carrera, Goodall obtuvo un doctorado en Cambridge gracias a sus aportes científicos. Fundó su instituto en 1977 y, en 1991, lanzó el programa Roots & Shoots, con impacto en más de 60 países, para involucrar a jóvenes en la protección del planeta.
En los años 80, su activismo se intensificó tras conocer los riesgos que enfrentaban los chimpancés. Desde entonces, viajó incansablemente promoviendo la conservación y la responsabilidad individual. “Cada uno de nosotros tiene un impacto en el planeta”, afirmaba. Su legado no solo transformó la primatología, sino también el compromiso global con la naturaleza.
