México ha logrado un importante triunfo diplomático y económico al ser seleccionado por aclamación como sede de la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en 2028. El anuncio, realizado por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, subraya el creciente interés de México por diversificar sus vínculos económicos más allá de Norteamérica y consolidar su papel como puente comercial entre las Américas y Asia.
La relevancia económica para México es significativa. El foro APEC congrega a 21 economías, incluidas China y Estados Unidos, que en conjunto representan más del 60% del PIB global y cerca de la mitad del comercio mundial. Ser anfitrión en 2028 no solo generará una importante derrama económica por la asistencia de líderes y delegaciones, sino que brindará a México una plataforma de negociación y liderazgo para impulsar su agenda económica.
Críticamente, la postulación de México llega en un momento de reconfiguración geopolítica. Mientras el país refuerza sus lazos con Asia, simultáneamente se enfrenta a la presión de EE. UU. y la necesidad de proteger su industria nacional mediante un nuevo plan arancelario dirigido a países como China y Corea del Sur. En este contexto, Ebrard ha propuesto que APEC lidere la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC), buscando restaurar la previsibilidad en el comercio global ante el aumento del proteccionismo.
La sede de APEC 2028 es un reconocimiento a la estabilidad macroeconómica de México y al potencial de su Plan México para atraer inversión, impulsar la digitalización y fomentar la participación de las PYMES en las cadenas de valor del Pacífico.







