Una unidad del Gabinete de Seguridad del Gobierno federal sufrió una emboscada aproximadamente a las 12:45 h en la comunidad de La Brecha, municipio de Guasave, cuando presuntos delincuentes ocultos bajo un puente abrieron fuego. Las fuerzas federales respondieron de forma inmediata, abatieron a 13 agresores, aseguraron siete vehículos y armamento de alto calibre, liberaron a nueve personas que habían sido privadas de su libertad y detuvieron a cuatro individuos.
La información fue confirmada por Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, quien señaló que el arsenal decomisado fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la República. Este episodio se da en un entorno creciente de violencia en Sinaloa, donde las disputas entre facciones del Cártel de Sinaloa han incrementado los homicidios, desapariciones y enfrentamientos armados.
Desde una óptica crítica, este incidente plantea dos asuntos relevantes. Primero, aunque la capacidad de respuesta estatal logró frenar una agresión directa al personal de seguridad, la existencia de emboscadas activas evidencia que el control territorial y la inteligencia preventiva siguen siendo estructuralmente débiles en muchas regiones. Segundo, la liberación de personas privadas de la libertad durante el enfrentamiento agrega una dimensión de vulnerabilidad humana que requiere atención —no sólo la neutralización del agresor— sino también la protección efectiva de potenciales víctimas y testigos. En suma, el hecho refuerza la urgencia de reforzar las estrategias de prevención, vigilancia y protección civil en zonas de alta conflictividad.







