La Clara Brugada Molina, jefa de gobierno de la Ciudad de México, encabezó el arranque de los ensayos que servirán como preparación para la “Clase de Fútbol Más Grande del Mundo”, programada para el próximo 1 de marzo de 2026. Este evento forma parte de la estrategia para que la capital sea “protagonista” del Copa Mundial de la FIFA 2026 y no solo un anfitrión espectador.
El plan contempla que en cada colonia y barrio de las 16 alcaldías se realicen clases semanales previas al gran evento, en el que se busca superar el actual récord de participación que ostenta la ciudad de Seattle, en Estados Unidos. Asimismo, se anunció la movilización de recursos para reactivar cerca de 500 canchas a lo largo de la ciudad, acompañada de un torneo infantil llamado Ollamaliztli que involucrará miles de equipos para fomentar el deporte comunitario y de base.
Desde una mirada crítica, aunque la iniciativa es ambiciosa y cuenta con potencial para generar participación ciudadana y promoción urbana, también presenta algunas interrogantes:
- ¿Qué tan realista es lograr el Récord Guinness planteado? Superar la marca de más de mil personas (o más, según el estándar) exige organización logística, infraestructura y cobertura mediática.
- La inversión en canchas, en la logística de participación masiva y en mantenimiento puede ser alta; el reto estará en que estos espacios no queden subutilizados tras el evento principal.
- Más allá del espectáculo, es importante que se vincule con mejoras reales en salud pública, inclusión y acceso al deporte; de lo contrario, corre el riesgo de ser un evento simbólico sin legado tangible.







