En el marco de la audiencia pública de la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral celebrada en Chihuahua, Maru Campos Galván enfatizó que cualquier modificación al sistema electoral mexicano debe construirse “con el consenso de las entidades federativas”.
La mandataria estatal señaló que los avances más significativos en la democratización del país han tenido origen “de la periferia hacia el centro y de abajo hacia arriba”, rechazando una reforma que se imponga desde la “autoridad central”. Asimismo, insistió en que las voces de los estados, de sus organismos locales electorales y de la ciudadanía sean escuchadas como parte sustantiva del proceso de cambio.
La intervención de Campos Galván pone sobre la mesa varios elementos clave para la discusión de la reforma:
- El respeto al federalismo y la autonomía estatal, especialmente en materia electoral, es un eje de su discurso: “A los chihuahuenses, y sólo a los chihuahuenses, nos corresponde decidir en materia de representación política”.
- La gobernadora subrayó que la reforma debe atender también la fiscalización, la reducción del costo operativo de las instituciones electorales, y la protección de su autonomía, sin que la búsqueda de eficiencia resulte en pérdida de certeza o legitimidad.
- Críticamente, su posicionamiento actúa como voz de alerta frente al riesgo de que una reforma impulsada desde el nivel federal ignore las realidades y capacidades locales, lo cual podría debilitar tanto la percepción como la eficacia del sistema democrático.
En suma, el mensaje de Maru Campos plantea que la legitimidad de la reforma electoral será proporcional al grado en que logre incorporar, no someter, a las entidades federativas; el reto será traducir el discurso en un diseño institucional que garantice representación, autonomía y calidad del proceso electoral.







