Una ola de calor sin precedentes y una intensa sequía provocaron en 2023 la muerte de más de 200 delfines de agua dulce en el lago Tefé, ubicado en la Amazonía brasileña. Las aguas del lago alcanzaron temperaturas de hasta 41 °C, similares a las de un jacuzzi, lo que convirtió el ecosistema en un entorno letal para la fauna acuática. Los hallazgos fueron publicados recientemente en la revista Science por el hidrólogo Ayan Fleischmann, del Instituto Mamirauá para el Desarrollo Sostenible.
El investigador explicó que el evento fue consecuencia directa del cambio climático, que ha intensificado los periodos de sequía en la región amazónica, afectando no solo a la biodiversidad sino también a las comunidades locales que dependen del agua para su alimentación y transporte. “Ni siquiera se podía meter un dedo en el agua”, relató Fleischmann, al describir el impacto devastador de las altas temperaturas.
Además de los delfines, se registró una gran mortandad de peces, aunque las cifras exactas aún se desconocen. El estudio detalla que la superficie del lago Tefé se redujo en un 75 %, y las temperaturas elevadas no solo se concentraron en la superficie, sino también a dos metros de profundidad, lo que agravó el colapso del ecosistema acuático.
De cara a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará en Brasil, Fleischmann planea impulsar una mayor atención internacional hacia los lagos amazónicos y promover soluciones basadas en la participación de las comunidades locales e indígenas para proteger estos ecosistemas esenciales.







