Las minutas de la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos revelaron que una «mayoría sustancial» de sus miembros se inclinó por mantener las tasas de interés sin cambios en su reunión de diciembre de 2025. Esta postura, que se esperaba, se basa en la evidencia de que la inflación se está moviendo de manera «alentadora» hacia la meta del 2%, aunque la lucha no ha terminado.
El debate interno se centró en la necesidad de ser cautelosos. Si bien los datos de inflación han mejorado y el mercado laboral ha mostrado signos de enfriamiento, la Fed aún no tiene la certeza total de que las presiones de precios subyacentes hayan sido eliminadas por completo. La decisión de mantener las tasas busca permitir que el impacto retardado de las subidas anteriores se filtre completamente a la economía.
Críticamente, la decisión de la Fed tiene un impacto directo en la economía global y en los mercados emergentes como México. La pausa en el ciclo de alzas de tasas en EE. UU. tiende a debilitar el dólar y a reducir la presión sobre los bancos centrales de otros países (como Banxico) para mantener tasas altas. Sin embargo, la Fed también señaló el riesgo de una desaceleración económica más profunda si la política monetaria restrictiva se mantiene por demasiado tiempo.
Los analistas interpretan estas minutas como una señal de que la Fed ha entrado en una fase de espera, donde la política de tasas dependerá enteramente de los próximos datos de inflación y empleo. El riesgo de una recesión se mantiene, pero la Fed busca evitar un exceso de ajuste que cause un daño innecesario.







