El gobierno de Estados Unidos propuso a Ucrania evaluar la opción de ceder parte de su territorio ocupado a Rusia como parte de un acuerdo amplio que incluiría garantías de seguridad y la entrega de armamento sofisticado. La propuesta, revelada por funcionarios bajo anonimato, busca frenar la prolongación del conflicto y evitar una escalada militar mayor en Europa del Este.
Según las fuentes, Washington planteó que Ucrania podría mantener su soberanía en las regiones no ocupadas mientras recibiría apoyo militar a largo plazo, además de su incorporación a mecanismos de defensa occidentales. La iniciativa generó reacciones encontradas dentro del propio gobierno ucraniano, donde varios ministros advirtieron que cualquier cesión sería inaceptable para la población y violaría principios básicos de integridad territorial.
La sugerencia estadounidense llega en un momento crítico, marcado por la presión internacional para alcanzar un acuerdo negociado y por la creciente fatiga militar y económica de los países que respaldan a Kyiv. Sin embargo, la propuesta también refleja los temores de Washington de que el conflicto pueda intensificarse sin una solución diplomática viable.
Mientras tanto, Rusia no ha respondido oficialmente, aunque analistas consideran que el Kremlin vería favorablemente cualquier planteamiento que legitime sus ocupaciones. La discusión sobre posibles concesiones ha reavivado un fuerte debate global sobre los límites de la diplomacia, el respeto a la soberanía nacional y el papel de las potencias en conflictos prolongados.







