Valve sabe que su nueva generación de Steam Machines inevitablemente se comparará con PlayStation 5 y Xbox Series X|S. Sin embargo, la propia compañía ya adelantó el matiz clave: estos equipos no buscarán el esquema de consola subsidiada, sino precios alineados al hardware de PC.
De acuerdo con declaraciones a medios especializados, Valve no ha fijado aún un precio definitivo por la volatilidad del mercado, pero reconoce que el costo será “competitivo dentro del mundo PC”, no frente a las consolas. Eso implica que, con especificaciones pensadas para jugar en 4K a 60 FPS y soporte para tecnologías como FSR, el precio de las Steam Machines podría superar con facilidad los 549 dólares de una PS5 o los 649 dólares de una Xbox Series X.
La apuesta es clara: ofrecer una experiencia de escritorio conectable a TV o monitor, con acceso al ecosistema completo de Steam y libertad para juegos en línea sin cuotas adicionales. El riesgo es igual de evidente: entrar a un rango de precio donde los entusiastas comparan directamente con armar su propia PC.
Valve intenta capitalizar el impulso de Steam Deck para ocupar un lugar estable en el hardware gaming. El éxito o fracaso de estas máquinas dependerá de si el público está dispuesto a pagar “precio de PC” por una caja que, en esencia, deja de lado la estrategia de subsidio que ha sostenido a las consolas por décadas.







