El Gobierno de Venezuela emitió una enérgica negación a la próxima designación del Cártel de los Soles como organización terrorista extranjera por parte de Estados Unidos. La Cancillería calificó la medida estadounidense como una acusación absurda destinada a habilitar una futura intervención contra su país, respaldada por un despliegue militar en el Caribe.
Las autoridades venezolanas aseguraron que la existencia del grupo está “fabricada” y que el anuncio forma parte de una estrategia de cambio de régimen impulsada por Washington. Subrayaron que cualquier intento de atacar su soberanía será derrotado, según declararon fuentes oficiales.
Por su parte, EE.UU. acusa al Cártel de colaborar con el tráfico de drogas, bajo la supuesta protección de mandos militares venezolanos, y señala que dicha designación permite congelar bienes y bloquear financiamientos vinculados al grupo. Sin embargo, expertos en crimen organizado han cuestionado la categorización, al describir al cártel más como un entramado de corrupción que como una estructura criminal con jerarquía definida.
El anuncio de Caracas intensifica aún más la tensión diplomática con Washington. Mientras Venezuela rechaza las acusaciones, Estados Unidos reafirma su intención de presionar al gobierno de Nicolás Maduro interceptando redes de narcotráfico y debilitando sus sostén político-militar. El conflicto abre un nuevo capítulo en las relaciones entre ambos países.



