23 de diciembre de 2024 6:29 am
OPINIÓN

La crisis que ya llegó…

Es inevitable ver cómo la crisis económica está contagiando a todos los países del planeta derivado del Covid-19. Antes que nada, me gustaría hacer una recapitulación de cuáles fueron los principales puntos durante la crisis económica de 2008-2009 y qué puntos están ocurriendo actualmente.

La Gran Recesión 2008-2009 fue desencadenada esencialmente por fallas estructurales en el sector financiero de la mayor economía del mundo (los Estados Unidos), mientras que la crisis actual tiene fundamentos fuera del ámbito económico – un contagio viral. El hecho de que se haya originado en el país más poblado del mundo y en la segunda economía más grande también es significativo, ya que tiene implicaciones en la velocidad del brote y en la magnitud de las interrupciones de las cadenas de suministro mundiales.

Durante la crisis de 2008-2009 las cadenas de suministro se vieron afectadas por la interrupción del financiamiento por parte del sector financiero, mientras que ahora la interrupción se debe a los esfuerzos por reducir al mínimo el número de personas infectadas por el Covid-19. Hay una cadena de suministro que es crítica esta vez: los suministros y el equipo médicos, porque en última instancia afecta la duración y la intensidad de la crisis sanitaria y, por lo tanto, de la crisis económica.

Para salir de la crisis económica en 2008-2009 fue más difícil recuperar ya que se trataba de problemas estructurales del sector financiero y se debió restablecer la confianza en los mercados financieros, lo que derivó en una recuperación prolongada. Por eso fueron de mucha importancia todas las políticas monetarias que los Bancos Centrales de cada país debieron tomar en su momento.

Actualmente, el poner freno de mano a la economía global para evitar el contagio descontrolado del Covid-19 es con el fin de aplanar la curva de contagio a fin de gestionar mejor el sistema de salud. Ello da lugar a una disminución muy pronunciada y rápida de la actividad económica (con las graves caídas en la demanda y el fuerte incremento del desempleo). El estimado actual sería de una caída económica por uno o dos trimestres. Muchos analistas concuerdan con que será una recesión en forma de “V”. Esto involucraría una acelerada caída, seguido de una rápida recuperación.

Ahora bien, si en el pasado los Bancos Centrales fueron los encargados de pilotear durante la recesión, en esta crisis ¿quién es el encargado?

Me gustaría ilustrar un ejemplo del próximo problema que nos acosará a nivel global: el desempleo que se traducirá en una falta de liquidez. En Canadá, por ejemplo, existe un seguro de desempleo que se descuenta automáticamente a todos los empleados, y es administrado por el gobierno Federal con base en un tabulador que garantiza cierto ingreso por semana cotizada. En una semana “promedio”, el gobierno recibe alrededor de 27,000 solicitudes de desempleo. La semana pasada, a partir de que se inició la cuarentena se han recibido más de 500,000 solicitudes.  En las noticias, únicamente escuchamos como en todos lados ya se esta despidiendo y dejando de pagar a miles de empleados o por lo menos con “licencias voluntarias” de por lo menos un mes.

El desempleo y la falta de ingresos se convertirá en el principal problema que acosará a todos los individuos en cuarentena durante los siguientes meses. Los gobiernos pueden ayudar a este indicador aliviando políticas fiscales e incentivando a las empresas a no despedir a sus empleados. Aunado a tratar de garantizar ingresos a las personas que han perdido sus empleos. EE. UU. y Canadá están por autorizar de manera urgente planes de rescate financieros y fiscales que incluyen medidas para dar liquidez tanto a individuos como empresas. Los gobiernos saben que será más fácil ayudar a recuperar el paso a todos dando liquidez al mercado, y dando ciertas excepciones fiscales temporales hasta que esta crisis sanitaria termine.

Por ello, mientras más rápido el gobierno de cada país reconozca este problema, y encuentre mecanismos para ayudar a su población, más rápida será la recuperación una vez que se termine esta pandemia.

Es muy inquietante ver como el gobierno mexicano ha sido incapaz de reconocer este problema, en el cual ya esta inmerso. Ver cómo no quiere dar su brazo a torcer por una pandemia, la cual va a afectar a toda la población por igual. Y, si no se toman medidas urgentes a nivel fiscal y liquidez, el problema y la realidad a la cual se enfrentará México una vez terminada esta crisis, será catastrófica.    

Puedo extender mi indignación al ver como el presidente de la República, electo por una gran mayoría de los mexicanos para proteger y velar por los intereses del pueblo, literal tiene una agenda personal más “importante” que esta lucha contra el Covid-19 en nombre de los mexicanos. La cual es una urgencia a nivel mundial. Quiero recordar este ejemplo de la Edad Media. Durante la Peste Negra, la cual azotaba y diezmaba a los habitantes de Europa indiscriminadamente, la gente sólo tenía a la Iglesia en quien confiar como su salvación ante tal enfermedad…. Gracias a esta enfermedad y fe ciega en la religión, la cual no sirvió de mucho en la época, ayudó de forma indirecta a la creación de un movimiento cultural conocido como el Renacimiento. De la misma forma que los sacerdotes y obispos en la Edad Media confiaban en su fe ciega para salir avante ante esta adversidad, es como veo que hoy se confía y encarga la protección de un pueblo de más de 120 millones de habitantes a la suerte y devoción de escapularios, tréboles y billetes de dos dólares.  

Está demás decir las siguientes palabras: si el gobierno actúa tarde, será el responsable de la crisis sanitaria, económica y social del país.

El autor de esta opinión es José Saad, consulta su semblanza en: colaboradores

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