23 de diciembre de 2024 2:14 am
OPINIÓN

Principales sospechosos: seres humanos

A pesar de las evidencias, existen diversos planteamientos sobre posibles conspiraciones mundiales...

Por Verónica Chalita Montiel

Las grandes pandemias que han afectado gravemente a la humanidad tienen su origen en el salto entre especies; el Covid 19-SARS 2 es una de ellas. Algunas de estas pandemias han sido por la falta de respeto al orden biológico que nos fue asignado por la naturaleza. Sin embargo, es más fácil eludir la responsabilidad y pensar en el complot o la conspiración.

La peste negra comenzó por una bacteria, que afectaba a las ratas, y se transmitía a través de las pulgas a los humanos por medio de su mordedura.

En la mal llamada «gripe española», se cree que el precursor fue un virus aviar que mutó y migró al ámbito porcino y de allí saltó a los humanos.

Asimismo, se cree que el salto de especies del VIH ocurrió en tres ocasiones diferentes en el siglo XX, creando tres cepas diferentes. Se estima que se originó entre primates no humanos en el centro de África Occidental y se tiene evidencia de que el VIH estuvo presente entre los que consumían y vendían carne de monos y chimpancés.

Todavía no se ha confirmado cuál es el reservorio principal del ébola, aunque probablemente fue un murciélago de fruta. Se piensa que el traspaso se debió al contacto directo con animales salvajes que se alimentan de las frutas parcialmente consumidas por murciélagos contaminados con el virus.

En el caso de la epidemia de SARS en 2002, el virus se habría originado en murciélagos, que transmitieron el virus a la civeta de las palmeras, consumida en restaurantes de China.

En cuanto al Covid-19, se trata de un virus presente en murciélagos y se sospecha que el pangolín fue la especie intermedia para llegar a los humanos; ambas especies son comercializadas en el mercado de Wuhan, China.

A pesar de las evidencias, existen diversos planteamientos sobre posibles conspiraciones mundiales.

Entre ellas, la versión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su secretario de Estado, Mike Pompeo, quienes afirman que el Covid-19 se fabricó en un laboratorio de China. Los chinos insisten que el contagio comenzó en el mercado de Wuhan, y que si alguien lo hubiera inventado sería Estados Unidos. Rusia, por su parte, piensa que podría haber sido cualquiera de las dos potencias,   como fruto de la competencia entre ambas o para destruir el sistema económico actual y establecer un Nuevo Orden Mundial.

Los ultraconservadores creen que el virus fue fabricado para acabar con el catolicismo, ya que en Wuhan se produjo una ruptura entre los católicos y el régimen comunista.

Pero hay otra que llama mucho más mi atención: los fanáticos de QAnon afirman que el virus es una cortina de humo para distraer la atención de la lucha entre la Confederación de la Alianza de la Tierra contra la Orden de los Illuminati para liberar a la humanidad y a niños secuestrados en túneles por redes de pederastia. Y que, además, Bill Gates planeó toda la pandemia para apoderarse del sistema de salud global del mundo, por lo que diseñará una vacuna para introducir un microchip en la población con fines de rastreo y control.

Otros, niegan la gravedad del Covid-19, argumentando una simple gripe que no tiene comparación con la cantidad de gente que comúnmente muere por neumonía, y aseguran que es sólo un invento de los gobiernos para mantenernos controlados y violar nuestros derechos fundamentales.

Este tipo de razonamientos no son exclusivos del Covid-19. En la Edad Media, hubo quienes imaginaron que la peste podía tener un origen astrológico o geológico, resultado de la cólera divina por los pecados de la humanidad.

Esta pandemia como el cambio climático y algunos otros desastres no son más que el resultado de las intromisiones humanas en los ecosistemas, las alteraciones provocadas en la naturaleza y los patrones de consumo desmedidos.

No todo es casualidad, este tipo de mutaciones nos acompañarán mientras no comprendamos los alcances del daño, aumentemos la valoración del capital natural, y tomemos el camino de la acción y el respeto por la Tierra.


Recuerda seguirla en Twitter: @vchalitam

Compartir en:

Twitter
Facebook
LinkedIn
Telegram
WhatsApp
Email

Más Columnas de opinión

Noticias de interés

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *