8 de junio de 2025 3:08 pm
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OPINIÓN

Las dos fronteras de México

México es un país de tránsito de migrantes, en ocasiones, digo esto último porque luego se quedan o los regresan...

Hablando de migración, tema de actualidad y que además da mucho para comentar, lo primero, y de manera breve, pero informativa, a veces casi nadie le pone atención a este tema de las fronteras de México, sobre todo a la sur, que en nuestra opinión es más compleja dadas las circunstancias que obligan a los migrantes a tratar de llegar a los Estados Unidos.

La frontera norte, la más importante por su extensión, 36oo km aproximadamente, colinda con los estados posiblemente más ricos de la unión americana  (California, Arizona, Nuevo México y Texas, con sus principales riquezas en el caso de California, primero la fiebre del oro y en los tres últimos casos el petróleo (casi nada) y adonde llegaban o trataban de llegar los braceros “por sus brazos para trabajar, sobre todo en la cosecha de productos agrícolas, los greasers, los grasosos para que me entiendan”, ambos términos utilizados de manera despectiva.

Estos paisanos eran o son conocidos como mojados o chicanos (la raza), délano alonso alexandra,p. 8. Esto es anecdótico por supuesto pero real.

Todos buscando el “sueño americano”.

Por el lado de México comprende los estados de: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas con una barrera natural como lo es el Río Bravo. Esta situación da lugar a considerar a nuestro país, desde un punto de vista geopolítico, lo que significa una situación relevante en la que existen ventajas (una de ellas es estar en una de las fronteras de intercambio de bienes y servicios más ricas a nivel mundial (no según mis datos sino los reales) dichos datos arrojan el valor de ese intercambio en más  de mil millones de dólares por minuto desde luego incluyendo las importaciones y las exportaciones y la desventaja, depender de manera económica en muchos sentidos. 

México es un país de tránsito de migrantes, en ocasiones, digo esto último porque luego se quedan o los regresan (deportan), vale agregar que es una frontera muy vigilada por agentes fronterizos, (aunque a veces se les escapan algunos),en el entendido de que los mexicanos ya no son tantos porque, las exigencias de documentación son cada día mayores para ingresar o porque sencillamente no los consideran necesarios como fue en su momento la primera y segunda guerra mundial que existía una gran escasez de mano de obra barata.

Ahora vamos a la frontera sur, integrada por los estados de Chiapas, Campeche, Tabasco y parte de Belice, creo que todavía dependiente de Reino Unido, pues bien de tiempo atrás ha sido la frontera más olvidada en varios sentidos sobre todo en materia de vigilancia fronteriza por parte del Instituto Nacional de Migración que tiene tan sólo dos aduanas la de Ciudad Hidalgo y subteniente López, que se puede decir que desde siempre ha sido la más fácil de cruzar (a nado, en pangas, etc.) Porque sencillamente no existía hasta recientemente, ningún impedimento para ello sino unas simples mojoneras (bloques de cemento situados a cierta distancia) aunque había que reconocer que la aduana fronteriza de Ciudad Hidalgo es la que más instalaciones tiene de una manera formal y en la que se les solicitan sus documentos de identidad, pero que en innumerables ocasiones ha sido allanada, hasta de manera violenta por los migrantes centroamericanos y de cuba siendo lógico suponer que no ayuda mucho.

Actualmente con el crecimiento exponencial de los migrantes, siendo la mayoría, hondureños, este es un fenómeno migratorio inusitado (no tengo conocimiento de un dato exacto), pero al parecer han sido, cerca de 120 mil, perdón por la falta de información) fidedigna y el problema es que siguen llegando.

Lo anterior, ha presentado problemas importantes en materia de política exterior para el gobierno mexicano ya que sencillamente México se ha visto obligado a improvisar medios para detener el flujo migratorio a través de los servicios de seguridad estatales y locales, también con el ejército y con la guardia nacional, todo en aras de brindar protección de los derechos humanos a dichos grupos migratorios integrados por hombres, mujeres y menores de edad, en situación de precariedad, a los que ha sido necesario otorgar asilo, en algunos casos, servicios sanitarios y albergues para su estancia en distintas ciudades del país, sobre todo en la frontera norte, hasta donde llegan para esperar el trámite a favor que no  es del todo factible.

Dicha situación merece comentarla por razones obvias, si bien es cierto que este fue un fenómeno excepcional, en principio, podríamos preguntarnos ¿qué no era posible que en gobiernos anteriores las autoridades migratorias en el ejercicio de una política exterior más eficaz, mantuviera siempre una vigilancia mínima para atender este problema, por qué en su momento no intervino el ejército que invariablemente participa en desastres para la seguridad nacional y sin necesidad de violencia, contuvieran a los migrantes, porque de cierta manera atentaba contra una situación de emergencia de seguridad ante la incertidumbre de identificar quiénes eran los migrantes por aquello de la posible presencia de delincuentes (mara salvatrucha o los zetas) o también la Policía Federal, ahora al parecer extinta pero no importaba.

Este problema ha provocado no sólo consecuencias demográficas sino también económicas por el costo, incluida la ayuda de becas migrantes, creo que así se les llama, cuando también en nuestro país existe el desempleo y pobreza, independientemente de los recursos que Estados Unidos ha otorgado a Centroamérica para su desarrollo económico con la participación de Guatemala. 

Dejemos bien la clara la posición que se narra, no es que se desconozca la defensa de los derechos humanos de todos aquellos que ingresan al país en situaciones determinadas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sino la improvisación con que se trató por la ineficacia de la política migratoria y que como en su momento un director de Pemex (no digo nombres para no herir  susceptibilidades) expresó que la ineficacia también puede ser calificada como corrupción, ante la omisión de resolver problemas de interés nacional para una política pública como es la política exterior, que sin duda alguna en el caso de la frontera sur de nuestro país, es algo no solo importante, sino urgente cada día, mes o año que pasa estamos permitiendo que la situación se agrave y si no se resuelve este problema no solo podemos dejar de importar bienes de Centroamérica sino que seguiremos importando centroamericanos.

  El autor de esta opinión es Juan Araque Contreras, consulta su semblanza en: colaboradores 

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