8 de septiembre de 2025
Cerrar / Abrir

OPINIÓN

La guerra contra el narcotráfico: el gran error del siglo XXI.

...en primera instancia, a la hora de gobernar un país de 130 millones de habitantes no hay “pequeños errores”, y, en segundo lugar, no se le puede considerar un simple error...
ESCUCHAR EL AUDIO
(Audio por: Veronica Michelle Becerril Zamora) María del Carmen Ojeda Portilla

Coincidentemente, en los últimos meses, llegaron a mis recomendaciones de Netflix dos documentales que forzosamente hacen reflexionar a cualquier mexicano, sobre todo, a aquellos sobrevivientes de la guerra contra el narcotráfico, guerra que no fue de ninguna manera fortuita ni “necesaria”. El primero, “Las tres muertes de Marisela Escobedo” y el segundo, “Hasta los dientes”.

Ambas historias y sus respectivas narrativas llevan al televidente al terreno de lo emocional pues están narradas principalmente por familiares de las víctimas que, en el primer caso, se relacionan con un feminicidio, y en el segundo caso con un “error” entre un encuentro de grupos de narcotraficantes y el Ejército. Pero más allá de lo emocional, ambos documentales dan en el clavo del punto de inflexión social más importante de nuestros tiempos, ambos coinciden en tiempos y en realidad social.

En mis círculos de debate es muy común escuchar que el “único” error del Presidente Calderón fue la famosa guerra contra el narcotráfico. Pero, ¿por qué unirnos a esta narrativa de minimizar un suceso tan trascendental? No podemos tratar el hecho como un simple error pues esta guerra ocasionó un cambio de rumbo y de realidad totales en la sociedad mexicana. Basta analizar el número de muertos, el crecimiento exponencial de los feminicidios y las formas tan sanguinarias usadas para extorsionar y matar a cualquier involucrado (y en muchos casos ni involucrados). Esos años en los que el Gobierno Federal decide, en términos oficiales, hacerle frente al mercado del narcotráfico se vivió una de las peores épocas en términos de seguridad, sino es que la peor en toda la historia. Llegamos a normalizar noticias como cabezas colgadas debajo de un puente, cuerpos en medio de una carretera o balaceras en todos lados y en cualquier momento del día, particularmente en la zona norte del país. Dicha “política pública” fue un parteaguas para los mexicanos por el simple hecho de permitir que se desarrollara una realidad cruda y cruel que no ha encontrado vuelta atrás; a pesar de que ya no es común encontrarse con retenes (muchas veces falsos), balaceras y cadáveres en las calles, sí nos dejó una sociedad más corrupta, más cruel, más sanguinaria y, lo peor, normalizada con estos temas.

Pero, analizando más allá, qué nos dice todo esto. El gobierno en turno no tuvo la sensibilidad, ni la inteligencia, de calcular los costos sociales que, evidentemente, superaron por mucho a los beneficios de la guerra, si es que se puede hablar de beneficios. Dicho gobierno, por su propia ideología, priorizó temas económicos y financieros, dejando a un lado el tema social; este tipo de ideología prima el desarrollo y el entendimiento de mejora en términos puramente numéricos, cuando hay realidades sociales que no pueden calcularse dentro de estos parámetros.  La guerra contra el narcotráfico es el gran error del siglo XXI, un error que cambió a nuestra sociedad y que marcó a un sinnúmero de familias como la de Marisela Escobedo, la de Javier Arredondo y Jorge Mercado.

Los invito a realizar una crítica más profunda y a no unirse a esa narrativa y entender que, en primera instancia, a la hora de gobernar un país de 130 millones de habitantes no hay “pequeños errores”, y, en segundo lugar, no se le puede considerar un simple error, sino un cambio de rumbo y el punto de inflexión más importante en términos de corrupción social dentro de la realidad nacional. 

Con miras a las próximas elecciones, no perdamos de vista lo importante que es elegir a alguien que entienda la realidad y la historia nacional, alguien que no demerite los costos sociales y, sobre todo, alguien que tenga la sensibilidad de tomar decisiones en función de las personas y no del dinero, aunque mi petición pueda parecer un cuento de hadas, no nos dejemos intimidar y no perdamos la esperanza.

Todo el contenido de El Comentario del Día en la palma de tu mano. Suscríbete a nuestros canales de difusión: WhatsApp | Telegram

Compartir en:

Twitter
Facebook
LinkedIn
Telegram
WhatsApp
Email

Más Columnas de opinión

PUBLICIDAD

Noticias de interés

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *