Scream es una película slasher de 1996 escrita por Kevin Williamson y dirigida por Wes Craven. La historia sigue al personaje de Sidney Prescott –interpretado por Naomi Campbell–, una estudiante de Woodsboro, quien se convierte en el blanco de un misterioso asesino conocido como “Ghostface”, mismo asesino responsable de la muerte de su madre.
Normalmente, las películas con un asesino vengativo tienen personajes arquetípicos como el deportista-macho, la joven sensual y desinhibida, el estudioso precavido y un tanto cobarde, el consumidor de sustancia y bufón, y la protagonista virginal que se convierte en “the final girl”, o la única en sobrevivir y derrotar al homicida. La película fue realizada con la intención de hacer constantes referencias al género de terror fílmico y a sus tropos, ya que presenta numerosas referencias a otras películas, entre ellas Halloween, Viernes 13 y Pesadilla en Elm Street, y cameos, por ejemplo el de Linda Blair como reportera o el de José Whipp.
A diferencia de otras cintas, las víctimas en Scream son conscientes y hacen numerosas referencias a los convenios del slasher adolescente y las películas de terror. Prueba de esto son las citas metafílmicas sobre las principales reglas como no tener relaciones sexuales porque los castos al final son más astutos que el asesino; no consumir drogas ni alcohol; y nunca decir «Enseguida vuelvo», porque seguramente ese personaje morirá.
Scream empieza con una gráfica y exagerada puesta en escena de estas convenciones a fin de socavarlas y reescribirlas en el resto del film. Cuando la película se iba a estrenar, el trailer con la escena de Drew Barrimore hizo creer a todo el mundo que ella iba a ser la actriz principal convirtiéndose en la chica final. La sorpresa fue otra cuando los espectadores vieron el principio de la película. Esto es un homenaje al personaje de Janet Leigh en Psycho de Alfred Hitchcock. Incluso, la verdadera protagonista es seducida, pero esto no la debilita, y realmente se convierte en un arquetipo de chica independiente empoderada.
Uno de los momentos más reveladores de la película sucede en un breve momento de calma cuando la batalla para matar a Billy y su compañero aparentemente ha acabado. Uno de los adolescentes supervivientes advierte a Sidney que el asesino siempre se levanta de nuevo aún cuando está aparentemente muerto, y en efecto, éste se alza para atacar una última vez. “No en mi película” dice Sidney justo antes de matarlo definitivamente. Por estas razones, Scream se ha convertido en una referencia para tratar temas sobre feminismo y mostrar nuevas formas de narrar historias de terror, jugando con los tropos ya existentes, modificándolos, actualizándolos y creando nuevos significados para abrumar al espectador.