Este artículo se publicó el 23 de mayo de 2006 en http://www.asuntoscapitales.com/articulo.asp?ida=850. Dadas las recientes acometidas de AMLO contra la clase media (burguesía), y sus arremetidas contra la economía de mercado (liberalismo económico), considero oportuno desempolvarlo. Gracias a Comentario del Día por darme la oportunidad. El título del artículo es: Liberalismo y burguesía: combinación correcta. A ver qué opinan.
Sándor Márai (1900 – 1988; ¿no lo han leído?, léanlo, comenzando por El último encuentro, Editorial Salamandra), según lo afirma su biógrafo Erno Zeltner en Sándor Márai, editado por Publicaciones de la Universidad de Valencia, 2005, “consideraba que el terreno fértil para toda clase de innovación es el del liberalismo burgués”, y que “sin libertad no se puede llevar a efecto nada grande, nada nuevo”. Esto es que lo Márai decía, primero, ante la amenaza fascista y, luego, ante la amenaza comunista, en la Europa de los años treinta y cuarenta del siglo pasado. Liberalismo burgués, causa de las innovaciones, de lo grande, de lo nuevo. En pocas palabras: del progreso.
Ya antes de Márai, alguien más se había dado cuenta del poder revolucionario de la burguesía. Lo cito: “La burguesía ha desempeñado en la historia un papel altamente revolucionario (…) Una revolución continua en la producción, una incesante conmoción de todas las condiciones sociales, una inquietud y un movimiento constantes distinguen la época burguesa de todas las anteriores (…) Merced al rápido perfeccionamiento de los instrumentos de producción y al constante progreso de los medios de comunicación, la burguesía arrastra a la corriente de la civilización a todas las naciones, hasta a las más bárbaras. Los bajos precios de sus mercancías constituyen la artillería pesada que derrumba todas las murallas (…) El sometimiento de las fuerzas de la naturaleza, el empleo de las máquinas, la aplicación de la química a la industria y a la agricultura, la navegación de vapor, el ferrocarril, el telégrafo eléctrico, la adaptación para el cultivo de continentes enteros, la apertura de los ríos a la navegación, poblaciones enteras surgiendo por encanto, como si salieran de la tierra. ¿Cuál de los siglos pasados pudo sospechar siquiera que semejantes fuerzas productivas dormitasen en el seno del trabajo social?”
¿Quién dijo todo lo anterior? Carlos Marx (1818 – 1883), en el Manifiesto Comunista (1848), quien reconoce el poder creador de la burguesía, sin darse cuenta que el mismo se debió, en muy buena medida, al sistema liberal que, en términos generales, sobre todo en Inglaterra, estuvo vigente a lo largo del siglo XIX.
¿Quiénes integraban la burguesía, sobre todo en el siglo XIX? Los creadores de riqueza. ¿Qué tipo de sistema económico y político requiere la creación de riqueza? El liberal. ¿Qué es el liberalismo? En opinión de Othmar K. Amagi “el liberalismo es el sistema jurídico, político, económico y social que reconoce y garantiza la libertad y propiedad de los individuos, limitando al máximo del poder coactivo de los gobiernos sobre los seres humanos, abogando principalmente por el desarrollo de la libertad individual y, a partir de ésta, por el progreso de la gente, así como por el Estado de Derecho, que es el gobierno de las leyes justas, en el que todos los seres humanos –comenzando por los gobernantes– están sometidos a las mismas leyes”.
La burguesía supone la mentalidad empresarial, el liberalismo un sistema jurídico, político, económico y social: la combinación de la mentalidad empresarial a favor de la producción de riqueza, y del sistema jurídico, político, económico y social a favor de la libertad y la propiedad hacen milagros. ¿Lo hemos entendido? ¿Qué tan burgueses y liberales somos en México?