Cecilia González Michalak
Lemony Snicket, autor de la colección de libros Una serie de eventos desafortunados, es un investigador y cronista que narra la vida de los hermanos Baudelaire: Violet, Klaus y Sunny. Estos tres quedan huérfanos después de un trágico incendio que acaba con su casa y empiezan a ser cuidados por terribles tutores y vivir las experiencias más detestables.
El mismo escritor no recomienda sus libros; dice que éstos no tienen finales felices –ni principios, ni nudos–, y están llenos de personas despreciables. Por mi parte, los sugiero un montón, porque, aunque estén categorizados como libros infantiles, el dinamismo de la historia y los chistes literarios junto al humor cáustico del autor, hacen gozar como niños a los adultos.
Los trece volúmenes de esta colección, divididos cada uno en trece capítulos, auguran la peor de las suertes para los pequeños Baudelaire. En cada uno, el Conde Olaf, el villano uniceja con aspiraciones a actor, hace de las suyas tratando de desaparecer a los huérfanos para quedarse con su herencia. Persiguiéndolos por islas misteriosas, aguas profundas y montañas heladas, ha organizado matrimonios, lobotomías y carnadas para leones, simplemente para obtener fortunas y una misteriosa azucarera.
Mientras Violet, una joven inventora, Klaus, un lector empedernido, y Sunny, una bebé que cocina delicias culinarias, tratan de escapar de esta horrible figura, se encuentran con numerosos personajes que irán develando poco a poco el misterioso pasado de sus padres y pistas sobre una extraña organización secreta que ha estado vigilándolos sigilosamente como una sombra.
Estos libros tienen de todo: intrigas, asesinatos, incendios, accidentes, reptiles, chicles, elevadores, espías, túneles, hongos mortales, romance, salmones, desesperación, moda, amargura, tap, y un sinfín de figuras literarias que generan ver el sufrimiento ajeno con humor negro.
Ejemplo de esto, es la página completa en que el narrador trata de convencer al lector de tener cuidado siempre con los aparatos eléctricos.
O cuando te hacen sentir el cansancio y la pesadez de uno de los personajes leyendo una y otra vez lo mismo.
O cuando te meten en un hoyo negro para compartir la sensación de oscuridad.
Entre esto y muchas cosas que vale la pena ir descubriendo en cada una de las páginas, estos libros no sólo divierten pero han ayudado a muchos niños –y adultos–, a aceptar los malos momentos y a superar las tribulaciones de la vida, ahorrándose un falso optimismo y a disfrutar el estar solo. En vez de crear una falsa ilusión de que todo saldrá bien, estos libros permiten abrazar y enfrentar los miedos, a apreciar la familia y amigos, y a plantar cara a las decepciones sociales.
