16 de junio de 2025 2:21 pm
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OPINIÓN

El distópico combate al coronavirus: una cámara, una botarga de maíz y un paseo por Chapultepec

...si bien en términos generales de salud es correcto promover una alimentación balanceada y actividades físicas recurrentes, y a su vez los beneficios de esta recomendación podrían ayudar en la recuperación de un paciente, dudo que la forma más eficaz de prevenir el contagio...

AUDIO COLUMNA
Rodrigo Saval Pasquel

Hace unos días, el Gobierno Federal de México publicó un comercial que —supongo— intenta concientizar a las personas sobre el COVID 19, y da su versión sobre cómo combatirlo. En la grabación se muestran múltiples personajes utilizando botargas que buscan comunicar que la alimentación “sana” es una forma efectiva de combatir al coronavirus y sus variantes. En esta columna hablaré sobre algunas de las peculiaridades de este video.

Aunque no es mencionado en este promocional, ha sido comprobado con evidencia científica por diversas ONGs e instituciones que los espacios con buena ventilación reducen la probabilidad de contagio. Para desgracia de quienes se vayan a informar a través de este infomercial, se envían mensajes confusos, pues todas las personas que son retratadas contagiándose se encuentran en espacios abiertos.

Aproximadamente al minuto con diecisiete segundos, aparecen un limón, un elote y un alimento que no logré identificar y “detienen” al antagonista para después argumentar ante el televidente que los alimentos naturales de México detienen el crecimiento del virus gracias a su contenido de vitaminas, minerales, proteínas y nutrientes. En el siguiente cuadro aparecen diversos personajes simulando ser comida chatarra, y acompañados por el virus, huyen de los alimentos “buenos”. Rumbo al final, tras “derrotar” al virus y a la comida chatarra, se muestra la agrupación de productos vencedores encabezada por una manzana y lo que parece ser una tortilla de harina.

No soy nutriólogo, por lo que no busco profundizar sobre si todos los alimentos que aparecen en el video son sanos o no, pero mi intuición me dicta que no hubieron expertos en alimentación involucrados en el video, pues según recuerdo, ni el maíz ni las tortillas de harina son la comida más recomendable en una dieta balanceada, rica en nutrientes y baja en calorías. Por lo mismo creo que el protagonismo pudo haber sido caracterizado por alimentos con mejores propiedades alimenticias.

Durante el cierre se aconseja comer sano y hacer ejercicio aunque no se explican los beneficios de estas actividades en el combate o prevención de la infección. Habiendo comentado lo anterior, resulta contradictoriamente trágico que antes de que se cumplan 20 segundos de reproducción, la cinta muestra a una mujer siendo contagiada mientras —irónicamente— hace ejercicio al aire libre sin personas a su alrededor.

Ahora, si bien en términos generales de salud es correcto promover una alimentación balanceada y actividades físicas recurrentes, y a su vez los beneficios de esta recomendación podrían ayudar en la recuperación de un paciente, dudo que la forma más eficaz de prevenir el contagio sea a través de la alimentación.

Más allá de los alimentos caracterizados, es preocupante que en un video informativo sobre prevención de contagios en ningún momento se mencione o se muestre algún personaje utilizando el cubrebocas, se promueva la vacunación, o se informe sobre los síntomas. Parece ser que este video se enfoca más en atacar los productos chatarra, y en impulsar la promoción de frutas y verduras mexicanas, que en informar a la población sobre técnicas de prevención y cuidado ante el coronavirus.

Desafortunadamente, esta producción es un fiel reflejo de las políticas públicas llevadas a cabo por parte de las autoridades federales durante el sexenio actual. Se envían mensajes con carga política y trasfondo —ya que se promueve el consumo de productos nacionales del campo—, se intenta comunicar que las comidas chatarra son las culpables de la pandemia —intentando focalizar culpas—, y sin ningún apego a la ciencia y por ocurrencia, se promueven acciones poco eficaces para solucionar problemas. Todo lo anterior con una evidente ausencia de planeación, pésima ejecución, nula eficacia, y lo peor de todo, pagado por nuestros impuestos. 

Dentro de varios ejemplos, como lo fueron los baños del aeropuerto de Santa Lucía, tal parece que la comunicación oficial constantemente busca desviar la atención a superficialidades para poder evadir responsabilidades de fondo, y este video parece ser otra de las muchas muestras de ello.

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