Eduardo López Chávez
Y cuando despertó de su siesta, al fondo solo podía escuchar: Hipócrita… sencillamente hipócrita…
Macraf
Seguramente, tiene presente el reportaje donde se dio a conocer el estilo de vida del primogénito del hijo predilecto de Macuspana y que, contrasta totalmente con el discurso que como merolico, repite una y otra vez el tabasqueño: hay que ser austeros, no hay que gastar, no se debe ser superfluo, es malo ser aspiracionista, entre otras tantas arengas que, en realidad, poco tienen de cierto, permítame explicarme.
Al referirnos en específico al morador de palacio, nadie puede negar que ha forjado al paso de los años, una imagen austera, quienes le recuerdan de la época en que fue jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, recordarán el Tsuru blanco, un vehículo por demás alejado de la parafernalia de las camionetas blindadas que en ese momento ya estaban de moda entre la clase política, así mismo, durante la eterna campaña electoral que encabezó y en la que visitó gran parte de la República Mexicana, se le podía ver comiendo en pequeños restaurantes, fondas, puestos y abrazando a adultos mayores, niños de la calle y enfermos, ¿qué le pasó? me pregunto ¿qué le diría ese Andrés Manuel al que hoy viaja en camionetas blindas y vive en un palacio virreinal? ¿qué pensaría ese Andrés Manuel de lo que hoy hacen y presumen sus hijos? no creo que exista una madre o un padre, que no se alegre y se enorgullezca cuando a sus hijos les va bien, ¿quién no estaría feliz de ver a un hijo viviendo el sueño americano?, pero claro, no estamos hablando de cualquier familia, es la familia del tabasqueño, para ellos está bien ser y hacer todo lo contrario a lo que se dice en las mañaneras, pero para los demás no ¿por qué? muy sencillo, por hipocresía, por que él realmente no cree que lo que dice, se debe aplicar a sus más cercanos, solo a quienes buscan ser alguien en la vida sin esperar la dádiva del gobierno.
Una dádiva que por cierto, no es suficiente para compensar el sentir de inseguridad que se vive en muchos lugares del país, donde la tolerancia y paciencia de la sociedad, llegó a su límite, no puede ni debe tolerarse un asesinato, un feminicidio un secuestro o una extorsión más, mientras cerramos uno de los años más violentos de la historia moderna de nuestro país, la cifra que he repetido hasta el cansancio no disminuye, 2000 homicidios dolosos en promedio por mes ¿la estrategia? No existe. Mientras el país se tiñe de rojo, la ungida del morador de palacio, la Secretaria de Seguridad, solo ha sido un títere más que ni siquiera llega a florero de ornato, si acaso, a vasija de barro, es una mujer que puede tener la preparación necesaria para ese puesto, pero, perdió la dignidad profesional en el momento en que, decidió unirse a los babeantes seguidores del tabasqueño, evitando a toda costa, confrontarlo o contradecirlo, prefiere dar ideas como criminalizar la venta de videojuegos violentos y poner como objetivo, lo que debería ser su obligación, disminuir los homicidios y feminicidios, el problema, es que sigue sin decir cómo lo lograrán, sigue sin aclarar la estrategia para los siguientes 3 años, sigue apoyando la idea estúpida de abrazos y no balazos que en el fondo, es simple y pura impunidad.
Sobre el tema económico, lamento mucho decir que tuve razón cuando hace varios meses, dije que no se lograría llegar al famoso 6.1% que la Secretaría de Hacienda pronosticó, de acuerdo con el INEGI, la estimación oportuna del Producto Interno Bruto del 4T2021, refleja una caída del (-) 0.1% con respecto al trimestre anterior, colocando la tasa anual en 5.0% ¿cuándo piensa salir a explicar lo que sucedió el Secretario de Hacienda?, cuando menos esperaría que se diera a conocer de dónde van a salir los recursos para compensar el diferencial entre lo que crecimos y lo que proyectaron, de salud, educación, turismo o tal vez de seguridad, la realidad es que seguramente, ni ellos saben.
Tenemos un panorama que se ve bastante gris, pero eso sí, usted no pierda consuelo, en palacio, el clientelismo electoral está a todo lo que da mientras el país se desmorona a cachos.
