Cecilia González Michalak
En esta viña del Señor, hay de todo para crear un universo. Así como existen los hombres caballerosos, formales, responsables y llenos de virtudes, también hay ejemplares psicópatas, mami-dependientes, machos-alfa-lomos-plateados de los cuales toda mujer debe escapar… y el libro Men to Avoid in Art and Life es una guía que combina el arte con frases famosas que este tipo de criaturas ha dicho a lo largo de la historia.
Es importante entender que ser feminista no es sinónimo de odiar a los hombres. Vaya que no. Hay muchos hombres respetables a los que tenemos mucho cariño. Pero, hay que enteder que a lo largo de la historia, las mujeres han sido menoscabadas como máquinas de cocina y lavado que gestaban bebés al por mayor y que pocas veces podían ser parte de una discusión seria. Asimismo, las proezas que hacían muchos hombres, como conquistar a muchas doncellas, esposar a mujeres adineradas a punto de morir y vivir una vida de gozos y libertades, traspoladas a las mujeres, dichas hazañas se convertían en actos ruines y viciosos de zuripantas y lagartonas interesadas.
En un tono de equidad, porque aceptémoslo, también han existido y existen sujetos femeninos tóxicos, este libro busca burlarse de los especímenes masculinos que no aportan más que desesperación y desasosiego. Los mansplicadores, los troles de la falsa preocupación, los (wannabe) comediantes, los expertos en cuestiones femeninas y los condescendientes son los que han sido retratados en el arte y redescubiertos por Nicole Tersigni, mujer intrépida que les puso un diálogo usando frases que se han convertido ya en tropos comunes.
Veamos algunos ejemplos:
- Desde el punto fisiológico, es antinatural que una persona esté sonriendo todo el tiempo. Normalmente, este movimiento de 17 músculos es una expresión común que refleja placer o entretenimiento, pero también puede ser una expresión involuntaria de ansiedad… lo que provoca este tipo de comentarios.
- Biológicamente, estimado especímen de genes XY, usted está prácticamente equivocado. En un experimento dado a conocer en la revista Psychonomic Bulletin & Review, se seleccionaron a 16 hombres y 16 mujeres para que escribieran frases a partir de viñetas de humor publicadas en la revista New Yorker. Cuando un segundo grupo de sujetos las puntuó para elaborar un ranking de las frases más divertidas, se comprobó que los hombres obtuvieron solo 0.11 puntos más, una diferencia insignificante.
- Según Wikipedia, el parkour es la acción de chupar tuercas y Tom Cruise ha muerto numerosas veces: estimado ejemplar masculino, este sitio no tiene rigor científico.
- Y por último, este argumento, falaz a mi manera de pensar, en dado caso debería ser universal, porque a nadie le interesa ver a hombres alfombrados o con músculos aceitados como si fueran a ser cocinados en una parrilla.
Sin ganas de ofender a nadie, los casos mostrados son meramente situacionales. Este texto no existiría si hubiese un real respeto por las mujeres y sus capacidades intelectuales y si los prototipos de “hombre empático” se dieran cuenta que al reverso de sus palabras, existen dagas que atacan nuestra autoestima. Así que si nadie les mando una flor o unos chocolates para San Valentín… recuerden que podría haber sido mucho peor. El punto de este libro, honestamente, es generar una sonrisa, recordarnos de alguien que haya dicho algo similar y borrarlo discretamente de los contactos telefónicos.
