19 de septiembre de 2024 11:15 am
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
OPINIÓN

Promesas vacías

Es momento que dejemos de imaginar que algún día nos llegará el presidente perfecto que nos salvará de todo aquello que aqueja a nuestro país, ya que una nación distinta se construirá única y específicamente con la participación y decisión de todos y todas las que formamos parte de la democracia...

AUDIO COLUMNA
Michelle Bermúdez Betancourt

A ti lector o lectora, me gustaría preguntarte ¿Qué es lo que te motiva a votar por un gobernante? ¿Son a caso sus propuestas, la necesidad de un cambio, el partido al que pertenece o quizás la esperanza que dicha persona representa? Lo cierto es que todos tenemos respuestas distintas a esta, nada peculiar, pregunta, puesto que todos y todas contamos con prioridades y motivaciones diferentes no sólo para tomar una decisión como esta, sino para todo a lo que a nuestra vida concierne. Sin embargo, sea cual sea la respuesta, no es suficiente y debemos ir más allá, por lo que me encantaría que nos cuestionáramos no nada más lo que nos motiva, sino por qué nos motiva.

En México, según datos del CONEVAL del 2020, 55.7 millones de personas viven en situación de pobreza; de éstos, 44.9 millones en situación de pobreza moderada y 10.8 millones en situación de pobreza extrema. Esto representa un aumento, de la cifra total, de 3.8 millones con respecto a los datos del 2018 emitidos por el mismo organismo. Sí, vivimos en un país en el que el 43.9 por ciento  de la población se encuentra en situación de pobreza y eso es algo que tanto a ti como a mi nos debe de importar.

Las cifras demuestran mucho más que una realidad desafortunada y trágica, reflejan – a más de 3 años de gobierno- que una ideología por si misma es incapaz de modificar la realidad. El problema de este país no es su ideología, sino la falta de voluntad y técnica políticas. Debemos de esperar más que sólo promesas de aquellos que gobiernan o se postulan para hacerlo; un gobierno tiene la obligación de garantizar y no sólo de intentar.

Resulta imprescindible que dejemos de comparar los fracasos de una administración con los fracasos de otra. Para salir de este circulo vicioso debemos de transitar a ser una ciudadanía mucho más crítica y unida. El gobierno no es nada más el presidente; el gobierno son las y los legisladores federales, secretarios de estado, jueces, ministros y magistrados, entre muchos otros cargos públicos más. Es momento que dejemos de imaginar que algún día nos llegará el presidente perfecto que nos salvará de todo aquello que aqueja a nuestro país, ya que una nación distinta se construirá única y específicamente con la participación y decisión de todos y todas las que formamos parte de la democracia.

¿Por qué escribo esto ahora? Porque toda nuestra atención está volcada en una sola persona: Andrés Manuel López Obrador. Todo lo que dice o hace es motivo de indignación u orgullo, y es precisamente esa sobreatención la que lo dota de un poder que no tiene ni le corresponde. Mientras nos dejamos cegar por un debate que gira en torno de si estamos a favor o no del presidente, esa pobreza que tanto se prometió erradicar sigue creciendo. Lo más grave, es que no sólo los ciudadanos y los medios de comunicación nos hemos vuelto parte de tan magna distracción y motivo de segmentación, sino que muchos de los propios gobernantes se han visto inmersos en este efecto  también.

Pidiendo licencias de sus cargos, dejando de lado sus labores y funciones, para salir a la calle y mostrar su apoyo al presidente, éstos se mantienen vulnerado la división de poderes y perpetuando la trágica realidad que claro, no se soluciona sola.

Los y las mexicanas nos merecemos mucho más que un discurso al día, nos merecemos transparencia, resultados y compromiso. No estamos a mucho tiempo de encontrarnos de nuevo en las casillas, decidiendo a nuestros y nuestras futuras gobernantes; estamos a tiempo de informarnos, activarnos, modificar la agenda mediática y de redefinir el porqué de nuestro voto. Esta dinámica política de promesas sin compromisos nos está costando muy cara. Te invito a que la próxima vez que salgas a votar por quién va a gobernar tu municipio, distrito, estado o país, lo hagas con memoria del pasado, de manera informada y objetiva, sin sesgos de ideología y pensando en todas y todos los mexicanos, principalmente en los que se están viendo más afectados. Aún queda poco más de un año, en muchos estados, para que a través de nuestra vigilancia y exigencia, tengamos mejores candidatos, mayores compromisos y verdaderos resultados.

Compartir en:

Twitter
Facebook
LinkedIn
Telegram
WhatsApp
Email

Más Columnas de opinión

Noticias de interés

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Opinión

El Comentario del Día TV

Noticias nacionales e Internacionales