El principal activo de las personas no es el dinero, es la salud, quien lucre con esto, no tiene perdón…
Macraf
Eduardo López Chávez
Una de las principales variables que se deben tener en cuenta cuando hablamos de crecimiento económico es el capital humano, después de todo, para producir los bienes y servicios que se demandan en una economía alguien tiene que trabajar y a quien trabaja, se le tiene que pagar por hacerlo, situación que le permite a esas personas, consumir los bienes y servicios que requieren para satisfacer sus necesidades que pueden ir desde las más básicas como la alimentación, hasta las más sofisticadas como puede ser en algunos casos, la adquisición de instrumentos financieros o bien, la compra de bienes de lujo como una mansión o un yate.
Sin embargo, para que todo lo anterior pueda suceder en el tiempo, las personas deben poder trabajar lo cual implica dos posibilidades: (I) que existan las condiciones necesarias en el mercado laboral para que las personas puedan acceder a más y mejores puestos de trabajo siendo estos bien remunerados y (II) que las personas puedan trabajar desde el punto de vista físico, es decir, que las personas tengan la posibilidad de desarrollarse física y cognitivamente, en buen cristiano, que gocen de salud.
Diversos estudios han logrado relacionar a lo largo del tiempo la productividad de las personas con su nivel de salud, algo que en realidad tiene mucho de sentido común, una persona que no se encuentra física o psicológicamente al 100% como diríamos coloquialmente, resulta menos productiva dado que, el malestar que percibe le impide en la mayor parte de los casos realizar sus actividades laborales de forma eficaz y eficiente, ojo, esto también aplica para los niños, después de todo, ¿quién sintiéndose enfermo pone la atención necesaria para entender cosas del diablo como la química, la física o la termodinámica?.
Dado lo anterior, es muy importante que dentro de un país se cuente con un buen sistema de salud que permita que las personas que así lo requieran, puedan ser atendidos de cualquier padecimiento, en el caso de nuestro país, desde que inició el gobierno del hijo predilecto de Macuspana se ha prometido que tendremos un sistema de salud como el de Dinamarca, Canadá o Estados Unidos, solo por referir algunos de los que se consideran los mejores a nivel mundial y la realidad es que, luego de 4 años de gobierno y una pandemia, queda más que claro que estamos muy muy lejos de tener el sistema prometido y no solo eso, ha quedado claro que todo lo hecho y propuesto por la 4T, no ha servido más que para gastar recursos sin sentido, el ejemplo más claro es el nacimiento y muerte del famoso Instituto de Salud para el Bienestar, mejor conocido como el INSABI, el cual, nació en 2019 con una sola finalidad: garantizar que todas las personas sin seguridad social tuvieran acceso a los servicios de salud, sustituyendo al difunto Seguro Popular que de acuerdo con la actual administración debía desaparecer porque albergaba grandes problemas de corrupción, que dicho sea de paso, aún no se han dado a conocer.
El INSABI, una institución cuyo presupuesto para este año es de $103,366,790,706.00, ha sido una de las más grandes equivocaciones de esta administración, tan es así que recientemente se concretó su desaparición a través de la creación de un organismo descentralizado denominado IMSS -Bienestar que pretende corregir los errores que de inicio dejaron a millones de mexicanos en el desamparo respecto del acceso a servicios de salud y que ha quedado más que comprobado por las propias estadísticas del CONEVAL.
En un par de días más se entregará el paquete económico para 2023 y es entonces cuando realmente se verá la suerte de estos dos organismos.