Juan Araque Contreras
En forma paralela, cuando menos en este caso de las campañas desarrolladas por los partidos políticos en México, uno de esos es el Partido de la Revolución Democrática, minoritario en electores pudiéramos decir, pero que se ha venido manejando dentro de la Alianza con el PRI, el PAN y la Sociedad Civil, creando un concepto un tanto cuanto desconcertante, porque al fin y al cabo, todo el conjunto de personas o ciudadanos que habitamos este país, coincidimos que se trata de un conglomerado de personas con fines de bienestar y coincidencias en beneficio de ellos mismos, mismas metas, objetivos políticos, sociales, religiosos y económicos.
Sin embargo, a fin de establecer una diferencia de razones, justificadas o no, entre organizaciones políticas (partidos políticos) y los propósitos que lleven a integrantes de otros partidos a obtener fines verdaderamente válidos y justos, debe existir una separación entre unos y otros, cuando, la verdad sea dicha, todos conformamos la Sociedad Civil, sino en términos de un contrato en sentido legal, en términos de un contrato social, contra el autoritarismo.
Pero en fin, de lo que se trata es de formar un bloque o conglomerado ciudadano, que en mucho difiere de las políticas que el gobierno del Movimiento de Regeneración Nacional, ha venido implementando, en muchos casos, de manera arbitraria distorsionando el sentido de un real Estado de Derecho, con las libertades y obligaciones que esto trae, por ejemplo: derroche de dinero en obras que constituyen un antojo, destruyendo instituciones ya establecidas y que mal que bien, han funcionado por muchos años como la política, la cultura, la salud, el desarrollo y el crecimiento económico, estos últimos, como las predicciones y perspectivas lo demuestran, a pesar de lo que diga por el propio gobierno, que tiene sus datos, provocando una molestia que cada día crece por parte de la sociedad, incluidos ellos mismos, según la actuación de quien gobierna.
Es cierto que, se ha tratado de mejorar la vida de las clases altamente vulnerables, sin que se haya logrado de la mejor y más completa manera, hay más pobreza, la salud está por los suelos y de la educación, ¿qué decir?, ha perdido el rumbo en los diferentes planes en que se plantean, considerando que el sexenio se acabará en poco tiempo, las metas y objetivos de desarrollo industrial, se encuentran estancados, no se logran materializan, aunque, entendemos que no es fácil concretarlos y desgraciadamente, las políticas públicas no ayudan con la celeridad que debían, por el modo la y forma en que se manejan, que no es otra cosa que un control estatal que más atiende a lo autoritario en términos de una Seguridad Nacional que a lo democrático, provocando conglomerados inconformes por los escándalos de corrupción en la administración pública y por la falta de rendición de cuentas e irregularidades en el manejo de los recursos como recientemente lo señaló la Auditoria Superior de la Federación, ¿será que habrá que esperar el subterfugio legal o ilegal (en su caso) para solucionarlos?
En estos términos, la oposición o Sociedad Civil como deseen llamarla, comienza a demostrar su inconformidad con una segunda marcha integrada por aquellos que difieren del rumbo que han tomado las cosas recibiendo algunos calificativos que no precisamente halagos, sino todo lo contrario, la pregunta sería: ¿estos integrantes de la sociedad civil a quien tanto descalifica y desprecia el Presidente se lo merecen?, de alguna manera, muchos fueron engañados por la visión propugnada al inicio del sexenio, intelectuales, empresarios, periodistas, gente común, trabajadores que están en constante actividad desde el punto de vista industrial y comercial nunca pensaron que iba a llegar, como han llegado algunos otros gobiernos o estados, al límite del autoritarismo e inclusive militarización, apoyado por legisladores populistas que lo siguen con fe ciega, sin pensar en las consecuencias a futuro, como ha sucedido en otros países como Venezuela, Colombia y Perú.
Habrá que hacer algo sensato y dentro de la legalidad, para cambiar lo que no funciona, con presión debidamente canalizada en grupos colectivos de diversa índole, con organización definida y estructurada para lograr una paz constructiva y benefactora.
LOS PRESUNTOS RESPONSABLES DE LA MARCHA DEL DOMINGO PASADO: Frente Cívico Nacional, México Colectivo, Sí por México Movimiento Ciudadano, Futuro 21, Va por México, Frente Cívico Nacional, Poder Ciudadano, Unidos, Une México, Sociedad Civil México, Unidos Por México, puros neoliberales, conservadores, etc.,etc.,etc. y otros más…
