22 de noviembre de 2024 5:25 am
OPINIÓN

La situación constitucional de Chile

…el gobierno movilizó a los carabineros desatando así numerosos casos de violencia contra los chilenos como violaciones a los derechos humanos, enfrentamientos, entre otros abusos; causando así daños irreparables en las personas involucradas, desde heridas de gravedad hasta fallecimientos…

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Niels Rosas Valdez

A pesar de la transición democrática de Chile, los episodios de tensión política han sido constantes en las últimas décadas, ya que el país no ha dejado de ser desigual, la intolerancia política está presente y el modelo económico fracasó.

Todo esto terminó por tensar al país en octubre de 2019, situación que se comenzó con el incremento en la tarifa del transporte público en Santiago, desatando así una serie de protestas y disturbios. Donde miles de chilenos se unieron para darle voz a sus necesidades, que fueron mermadas por los gobernantes de su país; con el objetivo de exigir condiciones dignas para vivir.

Las protestas fueron creciendo a medida que más personas se involucraron, ante esto el gobierno movilizó a los carabineros desatando así numerosos casos de violencia contra los chilenos como violaciones a los derechos humanos, enfrentamientos, entre otros abusos; causando así daños irreparables en las personas involucradas, desde heridas de gravedad hasta fallecimientos, indignando aún más al país entero. Esto deja en evidencia que el gobierno chileno no ha reconocido la complicada situación en la que viven sus ciudadanos, postergando los problemas que terminaron por agravarse. 

Como parte de las soluciones al estallido social el gobierno convocó a un  Congreso Constituyente para redactar una nueva Constitución, con el fin de adecuar el documento al actualidad, además de que ésta misma será sometida a un referendo de ratificación. Esto también atendiendo a uno de los reclamos de la ciudadanía ya que la constitución chilena fue ratificada en 1980, es decir durante la dictadura militar de Pinochet en el país.

Finalmente, el plebiscito se realizó a finales del 2020, convocando a la ciudadanía para decidir el inicio de un proceso constituyente para redactar una nueva Constitución, dando como resultado un rotundo sí con un 78%. En el mismo plebiscito los chilenos acordaron también en la elección de una convención constituyente elegida por voto popular, para tener una paridad de género. 

En julio de 2022 se entregó la primer propuesta constitucional, misma que tuvo cambios contundentes, comenzando por su definición como Estado, de ser república democrática a ampliarse como inclusiva, paritaria y plurinacional, que el Estado tiene que garantizar y proveer los bienes sociales actuando así sobre las actividades empresariales, la formación de dos cámaras (nacional y regional), la reelección presidencial consecutiva por única ocasión, y la asignación del agua como un bien inapropiable.

Finalmente, en septiembre de dicho año la Constitución sería rechazada por el 62% de los chilenos a pesar de sus innovaciones, ya que para muchos el texto presentaba demasiadas ambigüedades, además de que el concepto de un país plurinacional sería  contraproducente con la igualdad entre las personas. Además de que el Congreso Constitucional perdió la credibilidad con sus votantes debido a las tensiones internas, y finalmente, se estima que existen más alternativas fuera del cambio constitucional como reformar dicho documento. Lo que depara ahora al país sudamericano es reiniciar el proceso anterior con algunos cambios, como la integración de una Comisión Experta (elegida por el Senado) con el Consejo Constituyente (con menos integrantes) y otorgar una mayor visibilidad a los partidos políticos sobre las candidaturas independientes.

Con lo visto anteriormente, podemos dimensionar el poder y alcance de la democracia y su ciudadanía, misma que permitió otra transición política en el país. También podemos cuestionarnos si las democracias que conocemos se encuentran bien ejercidas, esto lo podemos atestiguar en qué tanto se sienten involucradas las personas en las decisiones del país.

Podemos concluir que la democracia puede llegar a trascender más allá de lo que está escrito y que a pesar de que Chile todavía no ha logrado su objetivo principal (hasta el momento en que escribo esta columna), ha logrado dar un paso importante en favor de la misma y consideremos también que su caso puede verse replicado en otros países que se encuentran en situaciones similares.

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