21 de noviembre de 2024 6:42 pm
OPINIÓN

El conflicto en Sudán

La situación militar en el país africano es tan complicada como su política, ya que existen diversos grupos paramilitares que han logrado cierto control en el país, destacando más a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RFS), creadas por el dictador al Bashir, que se encargaron de las misiones más atroces durante su dictadura, como la masacre en Darfur o las intervenciones en Yemen y Libia…

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Niels Rosas Valdez

A lo largo de su historia, el país africano ha presentado numerosas crisis sociales, económicas y políticas que han escalado a conflictos de alta magnitud entre la población, misma que ha sido maltratada por la desigualdad, la corrupción y la violencia. A  continuación se explicarán los principales motivos de la situación actual y sus antecedentes para así dimensionar el alcance de este conflicto.

Los recientes combates armados han sacudido por completo al país en los últimos años,   cobrando la vida de miles inocentes y dejando sin acceso a los bienes y servicios esenciales a toda la capital, Jartum. Lo que comenzó como parte de las manifestaciones contra el dictador Omar al-Bashir terminó por condenar la vida de millones de personas al permitir que más actores entraran en la política del país.

Si bien las crisis políticas en Sudán son frecuentes ésta en particular parte desde la independencia de Sudán del Sur en 2011, donde acontecieron diversos conflictos internos, uno de ellos escaló en 2019 al punto de derrocar al entonces dictador Omar al-Bashir mediante un golpe de Estado por parte del ejército. Al- Bashir llegó también mediante un golpe de Estado militar y estuvo casi 30 años en el poder, gobernando mediante la tiranía y la corrupción; a su mandato se le atribuyen diversos conflictos, destacando la Segunda Guerra Civil Sudanesa. 

Por su parte, los civiles que participaron en las manifestaciones contra el dictador reclamaron su participación con el nuevo gobierno en turno, llegando a formar el Consejo Soberano de Sudán, es decir un gobierno cívico-militar con el objetivo de democratizar al país, involucrando así a todas las etnias y a las religiones. Sin embargo este Consejo no duraría mucho ya que en octubre de 2021 el país sufrió otro golpe de Estado encabezado por el jefe de las fuerzas armadas Abdel Fattah al-Burhan.

La situación militar en el país africano es tan complicada como su política, ya que existen diversos grupos paramilitares que han logrado cierto control en el país, destacando más a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RFS), creadas por el dictador al Bashir, que se encargaron de las misiones más atroces durante su dictadura, como la masacre en Darfur o las intervenciones en Yemen y Libia. Esta milicia ha crecido tanto que ha podido hacerle frente al ejército sudanés., ya que tienen a su disposición a 100,000 soldados y cuentan con el recurso más importante del país: el oro.

El ejército de Sudán al ver el alcance de esta milicia decidió integrarla, hasta que las RSF, comandadas por el  general Mohamed Hamdan Dagalo optaron por rebelarse contra el ejército, desplegándose así por todo el país ocupando los medios de comunicación, la sede presidencial, el aeropuerto y otros puntos estratégicos. Desatando así una serie de combates que han vulnerado a la población, desde heridas de gravedad hasta fallecidos.

Es evidente que el conflicto entre las contrapartes es la consecuencia de la excesiva libertad que se le otorga a otros actores que son ajenos a los asuntos políticos, dejando en claro la incompetencia para gobernar, y esto se ve reflejado en la calidad de vida del país. 

Este conflicto debería de indignar más a la comunidad internacional, e ir más allá de condenar los hechos, debido a que hay agentes externos (Grupo Wagner, Emiratos Árabes Unidos, entre otros) que se han involucrado entre las contrapartes suministrando recursos y artillería  a cambio de los recursos naturales y apoyo logístico.

Finalmente, este conflicto se mantendrá hasta que los agentes externos lo requieran y también hasta que las milicias lo permitan, ya que sus constantes interacciones y alianzas siguen haciendo posible los enfrentamientos. Sin embargo, un cambio en el dinamismo político es casi posible y esta encomienda cae en la población, ya lo lograron una vez y fueron traicionados pero queda en ellos cambiar el punto de su historia.

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