Las aspirantes a la presidencia de la República han presentado sugerencias para ampliar la cobertura del programa de la Pensión Universal de los Adultos Mayores; sin embargo, se cuestiona la viabilidad de sus propuestas debido a los costos poco creíbles y a la situación financiera del país, según expertos.
Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, propone reducir la edad mínima para recibir el apoyo universal de 65 a 60 años. Según su equipo de campaña, esta reducción costaría 50,000 millones de pesos.
Diego Díaz, director de finanzas del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señala que, según proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), esta medida tendría un costo anual de 188,600 millones de pesos, tres veces más de lo estimado por la candidata.
Por otro lado, Claudia Sheinbaum, candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, propone brindar apoyo a las mujeres de 60 a 64 años, equivalente a la mitad de la Pensión Universal de los Adultos Mayores. Sin embargo, no especifica el presupuesto necesario para esta propuesta, estimado en 44,600 millones de pesos al año por el IMCO.
Se advierte que, dado que ya una quinta parte del gasto público se destina a pensiones, financiar estas propuestas sería complicado sin una reforma fiscal que aumente los ingresos tributarios. Ninguna de las candidatas ha mencionado una propuesta de reforma fiscal durante la campaña electoral.
Rolando Silva, vicepresidente fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México (IMCP), argumenta que reducir la edad para recibir la pensión universal va en contra de la tendencia internacional, que busca aumentar la edad de retiro conforme aumenta la esperanza de vida. Considera que estas propuestas contradicen la lógica del sistema de pensiones y carecen de un cálculo serio.
Con información de El Economista | Nota original