30 de diciembre de 2024 11:49 am
OPINIÓN

¿logros económicos?… | Coyuntura económica y algo más

El desempeño de la economía mexicana en 2023 y 2024 ha sido mixto y eso refleja que no hay la estabilidad necesaria para hablar de buenos resultados. En 2023, el PIB creció 2.8%, por debajo del 3.1% de 2022, y en el primer trimestre de 2024, la economía creció solo 1.2%...

Cuando se cacarean logros que no son logros sino descalabros, es locura…

Macraf

Para aquellos que consideran un logro de la administración actual la apreciación del peso mexicano frente al dólar y afirman que la economía nunca ha estado mejor, aquí se presentan algunos datos importantes que ofrecen una perspectiva más matizada y que dejan en claro que el gobierno del hijo predilecto de Macuspana no tiene ni idea de lo que pasa o hace en temas económicos.

En los primeros tres meses del año, el peso mexicano, conocido como ‘superpeso’, se apreció un 2.4% frente al dólar, según el Banco de México (Banxico). Este fortalecimiento ha impactado la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en el comercio exterior. Debido a que el IVA se calcula en dólares y se paga en pesos, un peso fuerte reduce el monto del IVA recaudado. Tan solo en el primer trimestre del año, la recaudación del IVA fue de 195,726 millones de pesos, lo que representa una disminución anual del 14.6% en términos reales, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). El IVA es una fuente crucial de ingresos para el gobierno y representa el 73% de los 267,260 millones de pesos recaudados en aduanas durante el mismo periodo.

La apreciación del peso también se debe en parte a la expectativa de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantendrá altas las tasas de interés, lo que ha influido en el comportamiento del peso en los últimos meses. La más reciente Encuesta de Expectativas de Citibanamex prevé que el tipo de cambio cerrará el 2024 en 17.96 pesos por dólar, con un consenso de analistas que proyecta un tipo de cambio de 18.68 pesos por dólar en 2025.

Sin embargo, la economía mexicana ha mostrado señales de desaceleración. En abril de 2024, el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), si bien registró un aumento de 1.7% a tasa anual, es la menor variación en tres meses. Las actividades secundarias, como la manufactura, crecieron solo 1.6%, el avance más bajo en 29 meses, afectadas por la debilidad de la manufactura estadounidense. Las actividades terciarias, que reflejan el consumo de los hogares, crecieron 2.2%, impactadas por la alta inflación y las elevadas tasas de interés que reducen el poder adquisitivo.

El desempeño de la economía mexicana en 2023 y 2024 ha sido mixto y eso refleja que no hay la estabilidad necesaria para hablar de buenos resultados. En 2023, el PIB creció 2.8%, por debajo del 3.1% de 2022, y en el primer trimestre de 2024, la economía creció solo 1.2% interanual. La inflación, por su parte, promedió 5.6% en 2023 y 5.8% en el primer trimestre de 2024.

Lo anterior también se ve reflejado en el mercado laboral. Aun cuando la tasa de desempleo es relativamente baja, de 3.5% en 2023, la informalidad laboral alcanza el 56% de la población ocupada; este sí es un logro de la administración del tabasqueño. Por su parte, la inversión en infraestructura pública sigue rezagada, limitando el crecimiento a largo plazo. En términos fiscales, el déficit presupuestario del gobierno fue del 2.9% del PIB en 2023, provocando que la deuda pública alcanzara el 53% del PIB al cierre del año.

Para 2024, las proyecciones económicas son cautelosas, con un crecimiento esperado del PIB del 2.0%, impulsado por una recuperación en la demanda externa y una ligera mejora en la inversión privada. Persisten riesgos significativos, como la volatilidad en los mercados financieros globales y la incertidumbre en torno a la política comercial de Estados Unidos. Pero, sobre todo, preocupa el costo financiero de la deuda, que para este año será la más alta de los últimos veinte. Rogelio Ramírez de la O, actual florero de la SHCP comentó que este costo alcanza los 1.22 billones de pesos, equivalente al 3.6% del PIB. Este alto costo se debe en parte a las elevadas tasas de interés del Banco de México, que aumentaron de 4% a 11.25% entre 2021 y 2023, y a las tasas internacionales. Esta presión sobre las finanzas públicas será uno de los principales problemas durante el año y para el inicio del siguiente gobierno.

En resumen, aunque presumen de grandes logros, la economía mexicana no está en su mejor momento y enfrenta desafíos significativos, desde la desaceleración del crecimiento y la alta inflación, hasta el alto costo financiero de la deuda y las presiones fiscales. Factores que deben ser considerados por quienes buscan sustituir en la silla al actual morador de Palacio Nacional.

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