Cuando la economía se convierte en un acto de fe, la esperanza se vende al mejor postor…
Macraf
Lo dije, lo digo y lo diré siempre: el principal fin que se debe buscar en términos económicos es el desarrollo, el cual necesariamente implica mejorar la calidad de vida de las personas. Esta situación solo es posible si las personas tienen la capacidad de consumir más, mejores y de mejor calidad bienes y servicios que puedan satisfacer más y de mejor forma sus necesidades. Para lograrlo, es necesario que exista crecimiento económico. Sin esta condición necesaria, no puede haber desarrollo. Por lo tanto, el principal tema coyuntural es justamente el crecimiento. ¿Vamos bien? No. ¿Se tienen que hacer cambios? Lo antes posible. Para muestra, hablemos de la más reciente encuesta de Banxico y el indicador de confianza empresarial del INEGI.
Los especialistas del sector privado encuestados por Banco de México han ajustado a la baja nuevamente su proyección de crecimiento económico para este año, situándola en un 2.00%. Este pronóstico se encuentra por debajo del 2.06% previsto el mes anterior y marca la cuarta revisión mensual consecutiva a la baja desde el pico del 2.39% estimado en febrero de este año. La expectativa media se acerca al límite inferior del rango proyectado por el mismo Banco de México, que oscila entre 1.9% y 2.9%, y está muy lejos del rango previsto por el gobierno federal en los Criterios Generales de Política Económica (CGPE), que es de entre 2.5% y 3.5%.
Según la encuesta, hay tres principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento en los próximos seis meses: gobernanza (56% de las menciones), condiciones económicas internas (18%) y condiciones externas (10%). Dentro del factor de gobernanza, la incertidumbre por la política interna fue destacada por el 18% de los entrevistados. En segundo lugar, se señaló la inseguridad pública con un 14% y la falta de Estado de derecho con un 10%.
El Banco de México ya había advertido que, en el segundo semestre de este año, la actividad económica podría desacelerarse, similar a lo ocurrido en otros años electorales. En su Informe Trimestral, subrayó que uno de los riesgos para el crecimiento es que el gasto en inversión sea menor a lo previsto o insuficiente para apoyar el crecimiento a largo plazo. Esto podría suceder debido a que los numerosos procesos electorales en el mundo generan una mayor incertidumbre, afectando la inversión global, lo que ha llevado a una polarización sobre el ambiente para hacer negocios, donde el 50% de los encuestados considera que el ambiente para hacer negocios se mantendrá igual y el otro 50% piensa que empeorará.
Así mismo, la encuesta prevé un crecimiento económico del 1.68% durante el primer año del gobierno de la corcholata mayor, la cifra más baja registrada por la encuesta del banco central en 12 meses, incorporando diez recortes mensuales consecutivos desde el pico del 2.17% en agosto del año pasado. De cumplirse esta previsión, 2025 sería el tercer año consecutivo de desaceleración desde el pico del 4.8% en 2021, el año de recuperación tras la pandemia. En 2022 y 2023, el crecimiento fue del 3.1% anual.
Mientras tanto uno de los principales problemas que en los próximos meses se tendrá que analizar es lo relacionado con el déficit que se espera pueda llegar al 3.45% del PIB, en comparación con el 4.87% esperado para el cierre de este año. También se anticipa que la economía de Estados Unidos crecerá 1.87% en 2025, tras un avance del 2.29% en 2024, lo que también afectará a nuestro país.
Por su parte, la Secretaría de Hacienda, ha afirmado que está colaborando con diversos organismos multilaterales para maximizar los beneficios del nearshoring en México, generando un crecimiento y mayor competitividad. Sin embargo, la encuesta de Banxico identificó como sectores con mayores problemas de competencia: electricidad, energía (petróleo, gasolina y gas), telecomunicaciones e Internet. Además, los tres principales obstáculos para los empresarios en el país son: crimen (30% de las respuestas), falta de Estado de derecho (28%) y corrupción (15%).
Estos resultados son congruentes con los datos del INEGI sobre los Indicadores de Confianza Empresarial (ICE) y el Indicador Global de Opinión Empresarial de Confianza (IGOEC), obtenidos de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE). En junio de 2024, comparado con el mes anterior, el ICE de Industrias Manufactureras cayó 0.7 puntos. El ICE de Construcción disminuyó 0.6 puntos y el de Servicios Privados no Financieros bajó 2.8 puntos. El ICE de Comercio se mantuvo sin cambios.
En comparación anual, los ICE en junio de 2024 mostraron: el de Industrias Manufactureras disminuyó 0.3 puntos, el de Servicios Privados no Financieros bajó 1.9 puntos, el de Construcción cayó 2.4 puntos y el de Comercio descendió 3.0 puntos. El índice global, que promedia los indicadores de los cuatro sectores, fue de 53.1 puntos en junio de 2024, representando una disminución de 1.8 puntos respecto al mismo mes de 2023.
En buen cristiano, las cosas aún no están bien, si no hay realmente un cambio de rumbo en lo económico, tendremos años muy complicados, ojalá lo tengan claro en la oficina de la corcholata mayor, porque lo que son los de ahorita, solo están contando los días para irse.
