Por Alejandra Revilla Cejudo
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Hola querido lector,
Tal vez hayas escuchado recientemente sobre el día de la sobrecapacidad de la tierra, aunque en mi opinión se quedó un poco enterrado debajo de la cobertura de otras noticias. Si te lo perdiste, la semana pasada el primero de agosto fue el día de la sobrecapacidad de la tierra. Llegando ocho días antes que el año pasado, es un recordatorio de que estamos robándole recursos a nuestros niños y futuras generaciones.
Si nunca has escuchado hablar del día de la sobrecapacidad de la tierra, es el día en el que la demanda de recursos y servicios ecológicos de la humanidad supera lo que la tierra es capaz de regenerar en ese mismo año.
¿Qué implicaciones tiene esto? Todos los días siguientes al primero de agosto de 2024, estamos utilizando recursos que solo se van a poder regenerar el siguiente año. Es decir, estamos pidiéndole un crédito a nuestros recursos del siguiente año para poder consumir hoy. Esto es un verdadero problema, porque a diferencia de otros sistemas donde existe la posibilidad de reestructurar deuda, ningún mediador puede conciliar con la tierra y pedirle que de la noche a la mañana haya más árboles, más oxígeno, que se reinicien los sistemas para regular la temperatura, etc. Nos encontramos ante un sistema que no es benevolente ante este tipo de trasgresiones.
Por ahora este sistema de créditos “ha funcionado” porque hay países que imponen una menor carga ambiental que otros, es gracias a ellos que la Tierra no está agotada aún. Un dato muy interesante es que actualmente solo se calcula el día de la sobrecapacidad para 128 países, porque los habitantes del resto de los 67 países reconocidos tienen una huella ambiental menor a la biocapacidad global por persona, es decir si todos viviéramos como ellos vive no estaríamos endeudados con las generaciones futuras.
Lo que esto nos dice es que podríamos poner más atención a los hábitos de consumo de los habitantes de esos 67 países y ver cómo podríamos ajustar nuestros hábitos para suponer menos carga al planeta. Personalmente, creo que los sistemas en los que vivimos tienen un gran impacto en nuestra huella ambiental, y no todo recae en el poder del consumidor, sin embargo, sí podemos poner de nuestra parte para mejorar.
En México lo hacemos en promedio un poco mejor que el promedio del planeta, nuestro día de la sobrecapacidad es el 29 de agosto, o sea que aún estaremos consumiendo dentro de nuestra capacidad por unos días más. Para ponernos en contexto, si todo el mundo viviera como los hacemos los mexicanos, necesitaríamos 1.5 planetas para vivir, comparativamente hablando con nuestros vecinos estadounidenses quienes necesitarían 4.9 planetas para sostener sus hábitos de consumo o Países Bajos, desde donde les escribo, quienes requerirían de 4 planetas para subsistir.
Espero que estas líneas sirvan de reflexión para preguntarnos ¿qué podemos cambiar en nuestro actuar diario para dejar de robarle recursos a las futuras generaciones? Y también para tener más presente que en efecto estamos viviendo prestado.
¿Y ustedes qué piensan del día de la sobrecapacidad de la tierra? ¿Sabían cuándo es para México y lo que realmente significa? Los leo.